Por Raúl Bonilla , Argentina
Supe de la existencia de Su Santidad (aba), por primera vez, cuando conocí a Marwan Gill, el misionero de la Comunidad Musulmana Ahmadía, en Argentina.
Cuando visité la oficina de la Comunidad en Buenos Aires, vi fotos de Su Santidad (aba) y algunos miembros que tuvieron la oportunidad de participar en la Jalsa Salana (convención anual) de 2018, en Reino Unido. No imaginaba que al año siguiente, tendría la bendición de participar de la convención y tomarme la misma foto, ya que fue en ese contexto, que participé de una audiencia con el Jalifa (aba) y el resto de los argentinos.
Me impactó ver a Su Santidad (aba) de cerca, una persona con una inmensa responsabilidad y bendición que lidera a millones de musulmanes áhmadis
Me impactó ver a Su Santidad (aba) de cerca, una persona con una inmensa responsabilidad y bendición que lidera a millones de musulmanes áhmadis (entre los 10 y 20 millones de miembros en más de 200 países). Aprecié que este hombre bendecido por Nuestro Misericordioso Dios, era una persona sencilla, incluso diría humilde. Uno de esos líderes que tienen el don de hacer sentir especial e importante al interlocutor. La calidez era tangible, la sinceridad de sus palabras, su genuino interés por nuestros pensamientos. Esos minutos fueron inolvidables, personalmente el hecho de que a Su Santidad (aba) se lo haya visto tan cómodo, incluso, al punto de hacer bromas, fue impactante.
Aprender permanentemente sobre nuestro amado Profeta (sa) es, para mí como musulmán, una bendita oportunidad para conocer a estos hombres especiales que son designados por Nuestro Misericordioso Dios para guiar a los creyentes.
Le pido en mis oraciones a Nuestro Misericordioso Dios, que proteja a Su Santidad (aba) y lo bendiga con más sabiduría para continuar el liderazgo de la Comunidad y la expansión del verdadero mensaje del islam:
“Amor para todos y Odio para nadie”.
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