Transcripción:
El islam y el judaísmo no son enemigos.
En el siglo séptimo, Su Santidad Umarra , el segundo Jalifa del islam, llegó a Jerusalén para firmar una tratado de paz con los líderes de la ciudad. Pero no había judíos en la ciudad de Jerusalén, porque en las décadas anteriores los judíos habían traicionado a los romanos, ayudando a los persas y ganando así el control de Jerusalén. Pero solo tres años después los romanos, recuperaron la ciudad y mataron o exiliaron a los judíos que vivían en ella. Cuando Umarra el Jalifa del islam llegó a la ciudad, y se dirigió al monte del templo a rezar, se dio cuenta que los romanos lo habían convertido en un vertedero y habían acumulado toda la basura, cómo símbolo de odio a los judíos. ¿Qué crees hizo el Jalifa de los musulmanes? Se agachó y comenzó a recoger la basura el mismo, y pidió a otros que le ayudasen Por respeto a los judíos a su lugar sagrado. El Jalifa de los musulmanesra ayudó a las familias judías a volver a vivir en Jerusalén, incluso les preguntaba donde deseaban vivir. Siglos después los rabinos se escribirían entre ellos, recordando la amabilidad del islam. Y el Jalifa Umarra, personificó así la actitud del islam hacia el judaísmo. Hay gente que quiere dividirnos, pero esto es una guerra geopolítica, no una guerra religiosa. El islam y judaísmo, pueden y deben coexistir.
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