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Conócete a ti mismo, conoce la felicidad

Por: Qasim Choudhary, Estados Unidos

¿Quién soy yo? ¿Qué es importante para mí? ¿Y por qué? 

Estas preguntas existenciales surgen en la vida de vez en cuando. Quizás acabas de graduarte en la escuela secundaria y ahora estás luchando por seleccionar un futuro camino. O te has quedado atrapado en una rutina de nueve a cinco que poco a poco está agotando tus ambiciones y pasiones. O, como yo, se asoma por el horizonte el cumplir 30 años. En medio de todos los altibajos de la vida, nuestra voz interior plantea otra pregunta:

¿Soy feliz?

Espera… ¿Qué es la felicidad? Si eres como yo, tu mente es una mezcla de dudas, preguntas y aprensión.

En la era moderna, quienes buscan respuestas suelen recurrir a la sección de autoayuda en constante expansión en las bibliotecas. Mientras estas preguntas daban vueltas en mi mente, me topé con un libro que me ayudó en mi búsqueda por comprender mejor el tema de la felicidad.

En su popular libro, La trampa de la felicidad, Russ Harris explora diferentes métodos para vivir una vida rica y significativa. Por supuesto, todos queremos vivir una vida feliz. ¿Pero por dónde empezamos?

Según Harris, lo primero es ser escrupulosamente honestos con nosotros mismos y tener claro cuales son nuestros valores más importantes y luego actuar en consecuencia: así podremos convertirnos en la persona que anhelamos ser, haciendo las cosas que nos importan profundamente.

Hay muchos que tienen una visión de la vida basada en la espiritualidad y que mantienen una conexión con el Creador del universo. 

Esto es crucial. 

El primer paso para vivir una vida enriquecedora y llena de sentido, es comprender quiénes somos y tener una visión clara del tipo de persona que queremos llegar a ser. La disciplina religiosa no es ajena a la autoconciencia y a la introspección. De hecho, el siguiente dicho resalta maravillosamente la importancia de esforzarnos en este sentido: 

من عرف نفسہ فقد عرف ربہ

“Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor.”

A veces, navegamos por largos tramos de la vida en modo automático, evitando un examen más profundo de nuestras acciones y forma de vida. Quizás evadimos estas conversaciones internas por miedo a enfrentarnos a inseguridades y miedos que hemos soportado inconscientemente durante mucho tiempo. Vale la pena señalar que el Sagrado Corán, la escritura de los musulmanes revelada de forma divina, aconseja a sus seguidores no rehuir la introspección, y abordar cuestiones existenciales, especialmente aquellas relacionadas con la existencia del Creador del universo. Según el paradigma islámico, forjar un vínculo vivo con el Creador es el medio para alcanzar la verdadera satisfacción. Sin embargo, en la época actual es fácil distraerse y perder de vista esta verdad eterna. El Sagrado Corán describe el destino de esas personas:

“Y no seáis como aquellos que olvidaron a Allah y, en consecuencia, Él hizo que olvidaran sus propias almas.”[1]

Sobre el autor:

Qasim Choudhary se graduó en el Instituto Ahmadía de Lenguas y Teología de Canadá y es el imán de la Comunidad Musulmana Ahmadía en los Estados Unidos de América.

NOTAS FINALES

[1] Sagrado Corán 59:20

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