Por Tarik Ata, editor de la Revista The Review of Religions en Español
Adam Raine era un chico de 16 años de EE.UU. que, en 2024 comenzó a utilizar ChatGPT para que le ayudara con sus tareas escolares. Como mucha otra gente, también lo utilizaba para buscar información sobre sus intereses, como la música y los cómics japoneses, y para orientarse sobre qué estudiar en la universidad.
En pocos meses, ChatGPT se convirtió en su amigo más cercano y él comenzó a contarle sus problemas y a hablarle sobre su ansiedad y angustia.
En enero de 2025, Adam comenzó a discutir métodos de suicidio con ChatGPT.
Quizás os suene esta historia a algunos de vosotros. Hazur habló sobre Adam Raine la semana pasada en el discurso que dio en el Ijtema de Judam de Reino Unido (convención anual de jóvenes áhmadis). Hazur estaba explicando que, aunque la tecnología tiene sus beneficios, es peligroso pasar demasiado tiempo usando internet, las redes sociales, y también la inteligencia artificial. Hazur dijo:
“Perder el tiempo viendo la televisión o hacer scrolling con el movil puede dañar vuestra salud física y mental. Además, Internet está repleto de contenidos peligrosos e inmorales, sin restricciones, que erosionan los valores morales y alimentan el odio. Ahora, la inteligencia artificial está añadiendo una nueva dimensión a esto. Esto es algo sobre lo que llevo advirtiendo desde hace muchos años y ahora estamos viendo los horribles resultados casi a diario. En los últimos tiempos, ha habido informes espantosos de adolescentes que se suicidan debido al acoso cibernético o al consumo de contenidos online que causan graves daños mentales. Por ejemplo, recientemente, los medios de comunicación informaron de que un adolescente de Estados Unidos se suicidó con la ayuda y el consejo de ChatGPT.”
Según la BBC, Adam escribió sobre su plan de quitarse la vida. ChatGPT presuntamente respondió: “Gracias por ser sincero al respecto. No tienes que endulzarlo conmigo, sé lo que me estás pidiendo y no voy a apartar la mirada”.
Ese mismo día, Raine fue encontrado muerto por su madre. Innalillahi wa inna ilahi rajeun.
En contraste, el canal de Youtube de MTA publicó un video hace un mes de otro adolescente de EE.UU. En el vídeo, el chico dice:
“Desde que era pequeño he sido testigo de muchas muertes y asesinatos. Crecí rodeado de drogas, armas, dinero. Estuve a punto de quedarme tirado en la calle.”
Dice que su padre, en lugar de castigarle pegándole -como muchas otras familias hacen- se ponía a suplicar a Dios. Y esto hizo que su hijo sintiera curiosidad sobre Dios, y empezó a rezar y a buscar a Dios.
En el ijtema de la semana pasada, Hazur dijo que debemos dedicar nuestro tiempo en mejorar y fortalecer nuestra conexión con Al’lah todos los días. Debemos pasar más tiempo leyendo el Corán y siguiendo sus mandamientos. Hazuraba dijo:
“Si os esforzáis sinceramente por ello, con la voluntad de Dios, seréis testigos de una magnífica transformación espiritual y moral en vuestras vidas. Vuestros corazones y mentes se volverán naturalmente hacia Dios, y Él os protegerá de los problemas y obstáculos que acechan en cada rincón y recoveco de la sociedad moderna. Él os salvará de las atracciones superficiales y engañosas del mundo actual.”
Este chico de EE.UU. que creció en un barrio tan peligroso para cualquier joven, es un testimonio real de lo que Hazur dijo. Cuenta que un día tuvo un sueño muy real donde vio a su amigo morir y que se despertó del sueño gritando y asustado. Después, entre lágrimas y sin poder contener la emoción dice que, unos días más tarde, por la noche, su madre le llamó y le dijo que habían asesinado a su amigo. Y resulta que murió de la misma manera que él vio en su sueño.
De alguna manera, Al’lah le había avisado de lo que iba a ocurrir, quizás para que pudiera recuperarse del trauma con más facilidad. En cualquier caso, dice que después de eso, él comenzó a rezar más y a pedir a Dios que le continuara guiando.
Me gustaría que reflexionéis sobre estas dos historias reales. En la primera, un chico que busca solucionar sus problemas a través del internet y de la inteligencia artificial. Y en la segunda, un chico que busca la solución en Dios. Hazuraba resumió este contraste muy bien de la siguiente manera:
“En lugar de perder el tiempo viendo películas o programas inapropiados o desperdiciando innumerables horas en Internet y las redes sociales, proponeros como objetivo firme aumentar vuestros conocimientos sobre el Sagrado Corán y sus enseñanzas. Considerad el Corán como el medio para vuestra reforma y para forjar un vínculo estrecho con Dios Altísimo. Él os guiará y orientará para que podáis contribuir positivamente a la sociedad. Así que leed y apreciad cada palabra. Como creyente, este debe ser siempre vuestro objetivo.”
Después de la muerte de su amigo, el jóven de EE.UU. decidió dar prioridad a buscar a Dios, y tras muchos sacrificios, finalmente aceptó el ahmadíat. Continuó leyendo el Corán y pidiendo a Dios que le guiara, y dice literalmente que, gracias a esto:
“No solo me ha salvado, sino que me ha hecho quien soy.”
Todos deseamos sentir que pertenecemos a algún lugar donde nos sentimos queridos, donde crear relaciones y amistades y desarrollarnos como personas y también espiritualmente. Hoy en día, la gente recurre a foros, blogs, chats, plataformas como Instagram, TikTok, etc. Por culpa del mal uso y abuso de estas plataformas, hay mucha gente que acaba teniendo muchos problemas personales, familiares, de bullying, de salud mental, y como hemos visto incluso llegan al suicidio.
Pero Hazuraba nos recordó la semana pasada que los miembros de la Comunidad Ahmadía son muy afortunados porque los Jalifas han guiado a los miembros, sean mujeres u hombres, jóvenes o mayores según su edad y su potencial. Hazur dijo:
“Si nuestros jóvenes se esfuerzan por desarrollar su carácter y conducta, entonces todos los jóvenes ahmadíes tendrán el potencial de convertirse en estrellas brillantes del ahmadíat”.
Esto es lo que sucedió con nuestro hermano de EE.UU. Dice:
“Ni yo ni otras personas recuerdan como era yo antes. Pero ahora soy una persona que busca la verdad, que se preocupa por los demás, una persona que procura servir al prójimo; y estoy dispuesto a sacrificar incluso mi propia vida para lograrlo.”
Espero que este discurso nos permita comprender mejor la diferencia entre depender de medios materiales y tecnología sofisticada como la IA y depender Dios. Que Al’lah nos permita seguir las instrucciones de nuestro querido Jalifa y seguir el ejemplo de esta estrella brillante de EE.UU.











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