Por Abdun Nur Baten (Paraguay)
“Y ¿Quién es mejor en la fe que aquel que se somete a Al’lah, practica el bien y sigue la religión de Abraham, el recto? Pues Al’lah tomó a Abraham como amigo íntimo.” (Sagrado Corán 4:126)
Abraham (as) es considerado como una de las personas más influyentes en toda la historia. Las tres religiones monoteístas más grandes del mundo lo estiman como el “padre” de su religión.
Abraham(as) nació a principios del segundo milenio antes de Cristo en Ur, la capital de Mesopotamia, en el apogeo de su esplendor como un mundo antiguo altamente desarrollado. La sociedad en la que nació era idólatra. Aunque él nunca participó de ninguna forma de idolatría, su familia estuvo involucrada en esta práctica. El Corán menciona:
“Y acuérdate de cuando Abraham (as) dijo a Azar, su padre: “¿Tomas a los ídolos por dioses? En verdad, os veo a ti y a tu pueblo en un error manifiesto.” (Sagrado Corán 6:75)
En este versículo se muestra que su propia familia se entregaba a la idolatría junto con el resto de la sociedad. Abraham (as) negó a todos los ídolos y no quiso asociarse en absoluto con aquella forma de vida. Intentó usar la lógica y la sabiduría para explicar la Unidad de Dios, pero ni su padre, ni la gente, le prestaron atención.
Abraham(as) estaba perplejo por la forma en que su padre, junto con el resto de la gente, adoraba imágenes e ídolos. Él les preguntó por qué lo hacían y le respondieron que era una costumbre heredada. Les explicó que ellos, al igual que sus antepasados, habían cometido un grave error, porque Dios era el Señor de los cielos y la tierra y quien los había creado.
Por lo tanto, un día Abraham(as), para aclarar su teoría, aprovechó que se encontraba solo y decidió destruir a todos los ídolos, excepto al principal. Cuando todos regresaron y vieron el daño ocasionado, sospecharon de Abraham(as). Lo llamaron y le preguntaron públicamente si había sido él. Abraham(as) respondió:
“Sí, alguien seguramente ha hecho esto. Aquí está su jefe, por qué no le preguntas quién lo hizo.”
Con vergüenza, respondieron:
“Ciertamente sabes que estos ídolos no hablan. A lo que Abraham(as) preguntó retóricamente: “¿Adoráis, pues, en lugar de Al’lah a lo que no puede beneficiarlos ni perjudicarlos en absoluto?”
Esto enfureció a algunos y gritaron “quémenlo”, así que encendieron un gran fuego para quemarlo vivo. Sin embargo, Al’lah enfrió el fuego y creó un medio seguro para él (Sagrado Corán 21:52-70). Esta anécdota demuestra, que Abraham (as) estaba consciente de las consecuencias de sus acciones y dispuesto a sacrificar su propia vida por la unidad de Dios.
Abraham(as) tuvo una relación muy estrecha con Dios, y debido a su lealtad y sacrificios para establecer la unicidad de Dios, se le prometieron muchas bendiciones. Una ellas, fue que sería un líder de la humanidad y tendría una progenie bendecida.
A pesar de haber llegado a una edad avanzada, fue bendecido con un hijo, Ismael (as), de su segunda esposa, Agar. Poco después, recibió instrucciones de dejar a su esposa e hijo en un desierto árido. La respuesta de Agar fue que, si Dios se lo había ordenado, entonces no debería preocuparse y cumplir el mandamiento divino. Finalmente, los dejó en un desierto aislado con algo de comida y agua. Abraham(as) se sometió al mandato de su Señor y soportó pacientemente la separación de su familia. Antes de despedirse, se volvió hacia ellos y oró con las siguientes palabras:
“Señor nuestro, he establecido a algunos de mis hijos en un valle incultivable cerca de Tu Sagrada Casa, Señor Nuestro, para que cumplan la Oración. Haz pues que los corazones de los hombres se inclinen hacia ellos y proporciónales frutos, para que sean agradecidos” (Sagrado Corán 14:38)
Debido a la escasez de agua en el desierto, no pasó mucho tiempo para que Ismael (as) y Agar sufrieran sed. Así, ella corrió entre las colinas de Safa y Marwah en busca de agua. Después de la séptima carrera entre las dos colinas, un ángel apareció ante ella. Le avisó que Dios había escuchado el llanto de Ismael (as) y que les proporcionaría agua. En ese momento, Dios hizo que brotara un manantial del suelo, donde yacía el talón de Ismael (as).
A partir de ese entonces, la ciudad de La Meca se hizo conocida por la excelencia y la abundancia del agua. Posteriormente, el pozo se llamó Zamzam y se convirtió en una fuente sagrada. El acto de caminar entre las colinas de Safa y Marwah se ha convertido en parte de la peregrinación islámica para conmemorar este sacrificio. (Bujari 3364).
Por lo tanto, los sacrificios hechos en el camino de Dios nunca se desperdician, esta familia fue testigo de ello. Es una marca en la historia de la que el mundo entero también sería testigo, años más tarde.
Ismael(as), al igual que sus padres, siempre estaba listo para obedecer a Dios y hacer cualquier sacrificio que fuera necesario. Cuando Ismael (as) era ya era mayor, Abraham (as) soñó que lo estaba sacrificando. Consultó a Ismael(as) sobre este sueño, y él respondió:
“Oh, padre mío, haz lo que se te ordena; me encontrarás, si Al’lah lo quiere, entre los que muestran paciencia”. (Sagrado Corán 37:103).
Este fue el nivel increíble de sacrificio y sumisión de padre e hijo a la voluntad de Dios. Entonces, cuando Abraham(as) había acostado a Ismael(as) para sacrificarlo, Dios lo detuvo diciendo: “Oh Abraham, de hecho has cumplido tu sueño” (Sagrado Corán 37: 104).
Cada año, los musulmanes de todo el mundo celebran la peregrinación y sacrifican animales para conmemorar el acto de Abraham(as) e Ismael(as). El Corán menciona que Ismael(as) ganó una gran reputación entre las siguientes generaciones por este acto de obediencia y sacrificio.
Dios le dice a Abraham (as) en la Biblia (Génesis 17:20) que Ismael(as) ha sido bendecido y que “y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.”
Fue debido a su sumisión completa, que Dios levantó al Santo Profeta Muhammad(sa), el líder y maestro de toda la humanidad, de la misma progenie de Ismael(as).
La familia de Abraham(as) no permitió que ningún creyente presentara excusas para exceptuarse del sacrificio. Jóvenes, adultos mayores, hombres y mujeres, todos presentaron los más altos estándares de sacrificio. Es un ejemplo para todos nosotros, hasta el día de hoy.
El Sagrado Corán menciona:
“Tenéis un buen ejemplo en Abraham y en los que estaban con él.” (60:5)
Abraham(as) es un maravilloso modelo de cómo Dios recompensa a uno por los sacrificios ofrecidos a la causa de Dios. Su padre lo rechazó, pero a su vez se convirtió en el padre de todos los profetas. Su gente trató de humillarlo arrojándolo al fuego, pero Dios lo salvó y lo hizo respetar ante el mundo. Estaba dispuesto a sacrificar a su único hijo. Dios, a su vez, hizo su progenie tan numerosa que se compara con cantidad de estrellas de la noche. Puso a su esposa e hijo en un desierto árido, pero Dios lo convirtió en el símbolo de Su Unidad. Es así, que millones de musulmanes de todo el mundo recuerdan a Abraham(as) y a su familia, especialmente, en la peregrinación.
Bendice, Oh Al’lah, a Muhammad y a la gente de Muhammad, como bendijiste a Abraham y al pueblo de Abraham. Tú eres sin duda el Digno de alabanza, el Exaltado. Amén.
Sobre el Autor:
Abdun Nur Baten, es misionero de la Comunidad Musulmana Ahmadía en Paraguay, donde sirve como imam y teólogo islámico.
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