Profesor Amtul Razzaq Carmichael – Reino Unido
Trasfondo
El viaje de Jesús (as) a la India, Cachemira y Afganistán en busca de las tribus perdidas de Israel está firmemente respaldado por la literatura bíblica, histórica y tradicional. Algunos habitantes de estas zonas se llaman a sí mismos “Bani Israil” desde tiempos inmemoriales y se enorgullecen de ser de origen israelita[1]. Las pruebas históricas que apoyan el viaje de las tribus de Israel son contundentes[2]. Las tradiciones de este pueblo sugieren que eran originarios de Siria y que fueron llevados al cautiverio por Bujtunasar (Nabucodonosor), el rey que gobernó (c. 605 a.C. – 562 a.C.) el Imperio Neobabilónico. Nabucodonosor conquistó Jerusalén en el 597 a.C. destruyendo la ciudad y el templo en el 587 a.C.; deportó a la mayoría de la población judía a Babilonia y los plantó como colonos en diferentes partes de Persia y Media. Posteriormente emigraron hacia el este, al país montañoso de Ghor (Afganistán central). Los pueblos vecinos los llamaron “Bani Afgan” y “Bani Israil”, es decir, “hijos de Afganistán” e “hijos de Israel”. Así, a partir de un origen común en Oriente Medio, la expulsión de los judíos por parte de Nabucodonosor condujo al establecimiento de comunidades judías en Europa, África y Asia, en lo que se denomina la diáspora judía. La diáspora judía (o simplemente “la diáspora”), es el término utilizado para describir el exilio.
Objetivo y finalidad
Jesús (as) fue un profeta de Dios al que se le encomendó la tarea de reformar las tribus perdidas de los israelitas. Tras sobrevivir a la crucifixión, Jesús (as) se dirigió al este en busca de estas tribus perdidas. Aquí examinaremos las pruebas científicas de esta migración judía. Se ha realizado una búsqueda bibliográfica para encontrar las pruebas que permitan responder a las siguientes preguntas.
- ¿Tienen los judíos características genéticas particulares que los identifiquen como una entidad separada?
- ¿Existen pruebas genéticas de que los judíos hayan emigrado a Oriente en la antigüedad?
- ¿Las pruebas genéticas de los patrones de enfermedad apoyan la hipótesis?
- ¿Existen pruebas de que la composición genética de las poblaciones indígenas orientales difiere de la de las comunidades judías emigradas?
Se revisó la literatura médica en busca de información sobre las características genéticas de los judíos, la prevalencia de enfermedades y las diferencias genéticas entre la población judía y la no judía. La búsqueda bibliográfica se centró en las anomalías específicas del ADN (mutaciones) que pueden servir como indicadores de la diversidad genética.
Antecedentes científicos
Antes de presentar los resultados de la búsqueda bibliográfica, se exponen algunos aspectos básicos de la ciencia genética con fines aclaratorios, para aquellos lectores que no tengan formación científica.
El ADN (ácido nucleico desoxirriboso)- Es el componente básico de la vida. El ADN se encuentra en el centro de la célula en una estructura llamada núcleo, mientras que la central de la célula se llama mitocondria. El ADN del núcleo es una estructura en forma de cinta; en el interior de la célula el ADN se almacena en una forma condensada llamada cromosomas. Los seres humanos tienen 46 cromosomas, que a su vez están formados por miles de genes.
Genes – Se calcula que hay aproximadamente 30.000 genes en cada célula humana. La combinación de todos los genes constituye el modelo de la apariencia y el funcionamiento del cuerpo humano. Los genes controlan el crecimiento y el desarrollo de las células y determinan aspectos como el color de los ojos, el pelo, etc. Los genes son el material biológico que puede transmitirse de los padres a la descendencia.
Cromosomas – Estos contienen pares coincidentes de un gen específico que se encuentra en la misma posición en cada cromosoma. Una copia de un gen se hereda de la madre y otra del padre.
ADN mitocondrial – Una pequeña cantidad de ADN se encuentra también en las mitocondrias. Las mitocondrias se heredan únicamente de la madre.
Estudio de la genética – Los genes pueden pasar de una generación a otra. El estudio de los genes puede indicar el origen genómico de una persona. Algunas enfermedades están causadas por mutaciones genéticas y, como los genes pueden ser específicos de una determinada raza, un estudio del patrón de enfermedades genéticas puede señalar la similitud genética de un grupo de personas. El análisis del gen mitocondrial proporciona información sobre los orígenes maternos de una persona.
Resumen de las pruebas científicas
- ¿Tienen los judíos características genéticas particulares que los identifiquen como una entidad separada?
Sí. Los judíos contemporáneos constituyen un conjunto de comunidades etnorreligiosas con tradiciones religiosas, históricas y culturales compartidas[3]. Mediante el uso de técnicas genéticas modernas se puede identificar y analizar la ascendencia judía.
La mayoría de los hombres del sacerdocio judío (Cohanim) son portadores de un grupo característico de genes en su cromosoma Y denominado haplotipo modal de Cohen (CMH)[4]. Este grupo único se ha utilizado para rastrear los orígenes ancestrales judíos de diversas poblaciones. Los datos científicos indican que la mayoría de los sacerdotes judíos contemporáneos descienden de un número limitado de linajes paternos[5].
Las pruebas científicas demuestran que un marcador genético característico llamado CMH ampliado predomina tanto en los judíos asquenazíes (descendientes de las comunidades judías medievales asentadas a lo largo del río Rin y de Europa del Este) como en los no asquenazíes, y está notablemente ausente en los no judíos[6].
- ¿Existen pruebas genéticas fiables de que los judíos hayan emigrado al este en la antigüedad (tribus perdidas)?
Sí. Existen sólidas pruebas genéticas de un asentamiento judío en la costa occidental de la India, en Cochin y Malabar, desde el siglo X de nuestra era[7]. Los estudios genéticos indican que los judíos de Cochin tienen similitudes con otras sectas judías, en particular con los judíos yemenitas y en menor medida con las poblaciones indígenas del sur de la India[8].
Las proteínas HLA son marcadores específicos de similitud genética. Las proteínas HLA se localizan en la superficie de los glóbulos blancos y otros tejidos del cuerpo. El HLA se transmite de generación en generación, a menudo como un grupo reconocible debido a su proximidad. Los estudios científicos han demostrado que el tipo y las frecuencias de HLA en los judíos de Cochin eran muy similares a los observados en otros judíos. Un estudio de muestras de suero de 223 judíos de Cochin indicó una considerable mezcla genética entre los indígenas y los judíos, lo que significa un grado de mestizaje[9].
Los “Bani Israil” son una comunidad judía del oeste de la India cuyos orígenes se desconocen. Los investigadores de la Escuela de Estudios Orientales de Londres recogieron muestras de ADN para evaluar las similitudes genéticas entre la tribu india Bani Israil, la población indígena de la India y la población judía[10]. El marcador de la antigua herencia judía (el haplogrupo 9 que comprende el patrón CMH), se encontró en alta frecuencia en Bani Israil y en una frecuencia mucho más baja en el grupo indígena de la India[11,12]. Estos datos sugieren claramente que la población Bani Israil tiene características de parentesco judío.
Sin embargo, existen características genéticas de los Bani Israil que los diferencian de los judíos convencionales. Se descubrió que los Bani Israil no son portadores de los cambios genéticos que entraron en el acervo genético judío en años relativamente recientes. Por ejemplo, el marcador de la herencia judía relativamente más reciente, el haplogrupo 21, que entró en el acervo genético desde el norte de África y la población mediterránea en una etapa posterior, estaba presente en las comunidades judías convencionales, pero estaba ausente en la población Bani Israil. Los investigadores han sugerido que esto indica que los Bani Israil son de origen de Oriente Medio[13].
En términos genéticos, el tiempo de divergencia se define como el tiempo necesario para desarrollar cambios genéticos independientes. Utilizando la ciencia de la genética, hay pruebas que sugieren ancestros comunes del Sacerdocio Judío que se remontan a 3000 o 4000 años. Más recientemente, cuando se evaluó a los hombres judíos de la diáspora y a los no judíos, se descubrió que el linaje de los Cohanim era más frecuente en el Cercano Oriente (parte del Imperio Otomano; principalmente en el Medio Oriente). Dos tipos extendidos de CMH que predominan tanto en los Cohanim asquenazíes como en los no asquenazíes, estaban ausentes en los no judíos. Estos resultados apoyan la hipótesis de un origen común del CMH en Oriente Próximo mucho antes de la dispersión del pueblo judío en comunidades separadas[14].
Los estudios de ADN mitocondrial, que analizan las características hereditarias por parte de la madre, también apoyan la ascendencia materna en la población Bani Israil[15].
- ¿Las pruebas genéticas de los patrones de enfermedad apoyan la hipótesis de que hubo migración de judíos?
Sí. Las enfermedades genéticas pueden afectar hasta al 10% de la población y, como los genes pueden ser específicos de una determinada raza, el estudio del patrón de enfermedades genéticas puede ayudar a rastrear el origen genético de un grupo de personas. BRCA 1 y 2 son dos genes supresores de tumores, BRCA1 y BRCA2, y ciertas mutaciones de los mismos son casi exclusivas de las mujeres judías asquenazíes. Sin embargo, resulta interesante que también se encuentren en algunas mujeres indias, lo que sugiere una herencia genética común[16,17].
Un estudio sobre la anemia de Fanconi en pacientes judíos israelíes no emparentados (no Ashkenazi) identificó una mutación india junto con otras mutaciones étnicas. Estos portadores de la “mutación india” se identificaron entre 53 judíos indios, lo que sugiere una vez más una ascendencia común[18]. El cribado genético de los judíos persas confirmó una alta frecuencia de anomalías genéticas que conducen a enfermedades que afectan al metabolismo y a los músculos, como la enfermedad de Tay-Sacks, la miopatía hereditaria por cuerpos de inclusión y otras, lo que sugiere un origen judío ancestral para esta población en Irán[19].
Las anomalías genéticas que dan lugar a un grupo de enfermedades genéticas que afectan a los músculos del cuerpo, denominadas miopatías de cuerpos de inclusión, se localizan en el cromosoma 9 tanto en los pacientes judíos afganos como en los iraquíes, mientras que los pacientes no judíos presentan una anomalía genética diferente asociada a esta enfermedad. 20] Las anomalías genéticas que causan esta enfermedad afectan a judíos, árabes e iraníes y se cree que tienen al menos 1.300 años de antigüedad [21,22]. Todos estos hallazgos apuntan con fuerza a una ascendencia judía común con la migración hacia el este de las tribus judías a Irán, Irak y Afganistán, hace siglos. Así pues, las pruebas de las enfermedades genéticas dan más apoyo a la teoría de las tribus perdidas y respaldan firmemente una ascendencia común de los judíos en algunas poblaciones indias y pastunes.
- ¿La composición genética de la población indígena del este es diferente a la de las comunidades emigradas?
Los estudios genéticos comparativos de los judíos de Bani Israil y de los indígenas han encontrado un grupo de genes denominado Haplogrupo 28, que está muy extendido en la población india pero que apenas está representado en la población de Bani Israil. Datos como este demuestran claramente que la población que se dice migrante, resulta ser diferente de la población indígena en los estudios genéticos comparativos. Del mismo modo, se comprobó que la diversidad genética de la población bani israil es significativamente menor que la de la población india[23], lo que refleja simplemente la práctica judía del matrimonio dentro de la familia extensa.
Curiosamente, se ha descubierto que el retinoblastoma, que es un cáncer hereditario del ojo, es genéticamente diferente cuando se compara la etnia pastún con la población pakistaní general[24], lo que sugiere que los pastunes son genéticamente diferentes de la población autóctona pakistaní. No todos los estudios han encontrado pruebas de un vínculo judío en los hombres pastunes y cachemires. Las poblaciones judías suelen tener una frecuencia moderada del haplogrupo 21 (por ejemplo, el 20%) y una frecuencia alta del haplogrupo 9 (por ejemplo, el 36%)[25]. Los estudios que evaluaron a 12 cachemires y 93 pastunes encontraron frecuencias bajas de ambos haplogrupos, por lo que no apoyan la afirmación de la herencia judía. Sin embargo, la conclusión debe ser tratada con precaución en vista del pequeño tamaño de la muestra[26].
Observaciones finales
El innovador libro Jesús en la India, ha proporcionado fuertes pruebas históricas en apoyo de una migración judía en el pasado antiguo. Fue a estas tribus perdidas a las que Jesús (as) iba a regresar, como Mesías reformador. La conclusión de la información genética presentada anteriormente sugiere que hay al menos algunos grupos étnicos en Oriente cuyos fundadores habían emigrado originalmente desde Oriente Medio, hace muchos siglos y eran de herencia judía. Por lo tanto, la evidencia histórica de las “Tribus Perdidas de la Casa de Israel” está efectivamente respaldada por la ciencia de la genética.
La profesora Amtul Razzaq Carmichael MD, FRCS (Gen Surg), MBBS, colaborador especial de The Review of Religions, es un cirujano especialista en mama. Se licenció en 1987 con la medalla de oro a la excelencia académica y realizó su formación quirúrgica en los principales hospitales universitarios de Londres, Edimburgo y Filadelfia. Es autora de numerosos artículos para importantes revistas científicas revisadas por expertos.
Referencias
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