Adoración

La Filosofía y los Beneficios del Culto Islámico

La adoración de Dios comienza con el reconocimiento de Dios y sus atributos y finalmente nos lleva a convertirnos en un perfecto reflejo de sus atributos.


Por Azhar Goraya

En el artículo anterior vimos la naturaleza de Dios y cómo Él no requiere la adoración, sino que es el propio hombre quien se beneficia de la adoración. En este artículo, exploraremos la filosofía de la adoración islámica y algunos de sus beneficios para el hombre.

¿Qué es la adoración?

Se ha hablado mucho de la naturaleza de Dios, pero también es necesario ahondar en la realidad del acto de la adoración en el islam para entender cómo es realmente el hombre mismo quien se beneficia de este ejercicio.

El término principal utilizado para la adoración en el Sagrado Corán es Ibadat (عبادة).

Lingüísticamente, Ibadat procede de la raíz árabe triliteral Ain-Ba-Dal (عبد), que principalmente significa obediencia, sumisión y humildad. También tiene un significado secundario de aceptar la impresión de otra cosa[1]. En conjunto, la Ibadah (adoración) de Dios significa mostrar absoluta humildad ante Dios y recibir la impresión de sus bendiciones y atributos. Aunque la adoración a Dios puede tomar muchas formas (en forma de acciones virtuosas), hay una esencia subyacente que impregna todas las acciones que se califican como adoración, y que se ve con más claridad en la adoración formal y la oración.

En el islam, la verdadera adoración es un estado de la mente y el corazón que se logra al atravesar ciertas etapas: la primera etapa es el reconocimiento correcto de la belleza de Dios y Su beneficencia. Esto nos lleva naturalmente a amar a Dios. Este amor se perfecciona y desarrolla a través de actos de oración y adoración, principalmente las cinco oraciones diarias, conocidas como Salat. El amor a Dios lleva a la persona a adoptar sus atributos y a abandonar sus vicios. Al hacerlo, es bendecido con frutos espirituales en forma de aceptación de oraciones, revelaciones y la ayuda especial de Dios en su vida cotidiana. Estos actúan para aumentar aún más su certeza en Dios y sus atributos. El proceso continúa de esta manera hasta que el adorador culmina convirtiéndose en un perfecto reflejo de los atributos divinos de Dios. Todo este proceso le proporciona una enorme satisfacción interna y un placer que no se encuentra en otras actividades.

No se trata de un proceso lineal, sino más bien giratorio: cada ciclo y vuelta sirve para refinar aún más la pureza interna y la conexión con Dios. Naturalmente, como Dios no tiene fin en Su ser, tampoco lo tiene el proceso de Su comprensión y adoración.

Hazrat Mirza Ghulam Ahmad (as) era el Mesías Prometido de la época. Vino en parte para reestablecer la conexión entre el ser humano y Dios. Por eso, dedicó mucho tiempo a explicar la filosofía de la adoración y como se podría realizar en la mejor forma. En un lugar resume la esencia de la adoración islámica con las siguientes palabras:

“La esencia de la adoración es que el adorador debe sentir que está en la presencia de Dios, o al menos que Dios lo ve. Debe estar completamente libre de toda tendencia de desvío y distracción, y tener en cuenta sólo Su grandeza y Su Providencia. Debe continuar dirigiendo a Dios las oraciones prescritas, así como otras, y recurrir repetidamente a la tauba (buscar refugio en Dios) y al istighfar (buscar el perdón y la obliteración de los males) y debe confesar repetidamente su propia impotencia, para que su yo se purifique y su comunión con Dios se fortalezca y se absorba completamente en Su amor.”[2]

Esta empresa es la quintaesencia del concepto islámico de adoración que sustenta nuestra relación con Dios y es el vehículo de nuestra salvación. Es para este elevado propósito que el Corán afirma que Al’lah ha creado a la humanidad:

وَمَا خَلَقْتُ الْجِنَّ وَالْإِنسَ إِلَّا لِيَعْبُدُونِ

“Pues sólo he creado a los Yinn y a los hombres para que Me adoren.” (51:57)

Algunos pueden sentir que nadie (¡incluso Dios!) tiene derecho a dictarles el propósito de sus vidas. El Mesías Prometido (as) responde a este tipo de pensamiento en su libro La Filosofía de las Enseñanzas del Islam:

“… Hay personas cuya visión limitada y falta de resolución les conduce a prefijar objetivos para su vida que se limitan a metas y ambiciones mundana­les. Pero el objetivo que Dios Exaltado señala para el hombre, en Su Santa Palabra, es el siguiente:

وَمَا خَلَقْتُ الْجِنَّ وَالْإِنسَ إِلَّا لِيَعْبُدُونِ

De ahí que el verdadero fin de la vida del hombre sea adorar a Dios, conocerle y mostrar una devoción completa hacia Él. Es evidente que el hombre no puede elegir el objetivo de su propia vida, ya que no viene a este mundo ni lo deja por propia voluntad. Es una criatura, y Aquél que lo creó y otorgó facultades mejores y más elevadas que las de otros animales, también le señaló el objeto de su vida. Compréndalo o no el hombre, el objeto de la creación del hombre es, sin duda, adorar a Dios, conocerle y entregarse a Él.”[3]

Por la misma razón, el primer mandamiento del Sagrado Corán es adorar a Dios[4]. No se trata en absoluto de una práctica vana o despectiva sin ningún beneficio para el hombre, sino que es un requisito previo para presenciar niveles superiores de la gracia divina. El Mesías Prometido (as) explica en su libro Ayyam-us-Sulah:

“…Hay un tipo de gracia divina que está condicionada a la súplica y que no puede alcanzarse sin ella. Esta es la práctica de Al’lah y es una ley definida cuya contravención no es permisible… La oración no es en vano, ni es un tipo de adoración que no procura ninguna gracia. Este es el pensamiento de aquellos que no estiman a Dios Altísimo como debería ser estimado, y que no reflexionan profundamente sobre las palabras de Dios ni observan la ley de la naturaleza. La verdad es que la gracia desciende ciertamente en respuesta a la súplica y nos otorga la salvación.”[5]

Tampoco se puede decir que la adoración de Dios sea un concepto ajeno al hombre. El hombre ha sido creado para buscar a Dios y se le han concedido facultades intrínsecas para lograr este sublime propósito. El Mesías Prometido (as) escribe en su libro Barahin-e-Ahmadía:

“El hombre ha sido creado para la adoración eterna, y el amor a Dios está por naturaleza impregnado en su corazón. Por eso su alma tiene una relación eterna con Dios…”[6]

El reconocimiento correcto de la belleza y la beneficencia de Dios

En este punto sería beneficioso entender los pasos para el desarrollo de la verdadera adoración en el islam, para que aquellos inclinados a experimentarla tengan un plano ante ellos.

La verdadera adoración a Dios se basa en el auténtico amor a Dios, y el amor a Dios comienza con su correcto reconocimiento. El Mesías Prometido (as) escribe en su libro Nur-ul-Corán:

“La verdad es que la fuente y la raíz del amor personal son dos cosas: (1) En primer lugar, estudiar repetidamente la belleza de la persona y tener siempre presente sus características, rasgos y atributos y visualizarlos una y otra vez. (2) En segundo lugar, visualizar repetidamente la continua benevolencia de la persona y traer una y otra vez a la mente sus diversas generosidades y favores y arraigar dentro del corazón la grandeza de su beneficencia.”[7]

Así, un doble reconocimiento de Dios -tanto de su belleza intrínseca como de su beneficencia- es necesario para emprender el camino de la adoración. Comentando el aspecto del reconocimiento de la belleza intrínseca de Dios, el Mesías Prometido (as) explica en su obra Ayyam-us-Sulh:

“…La adoración de Al’lah, el Supremo, debe caracterizarse por el fervor del alma y una fuerte inclinación, animada por el amor y el ardor, que no puede brotar, a menos que se establezca que el objeto de la adoración es un Ser que posee todas las excelencias perfectas que inspiran al corazón la admiración espontáneamente. Es evidente que la alabanza integral se inspira en dos cualidades, la perfección de la belleza y la perfección de la beneficencia. Si un ser combina estas dos excelencias, el corazón se derrite y lo anhela con devoción apasionada. El Sagrado Corán tiene como objetivo impresionar estas dos excelencias del Ser Supremo en los buscadores de la Verdad, para que la humanidad pueda ser atraída por ese Ser sin igual y único, y adorarlo con apasionada devoción y anhelo. Por eso, en el mismo capítulo inicial, se ha expuesto esta encantadora descripción para demostrar las maravillosas excelencias del Ser Divino al que el Corán invita a la humanidad… En la terminología del Corán, Al’lah es el Ser todas cuyas excelencias son la culminación de la belleza y la beneficencia, y que no padece ninguna carencia o defecto. Sólo la palabra Al’lah comprende todos los atributos de Dios, según el Sagrado Corán, y por ello el nombre de Al’lah está justificado para ese Ser único en el que culminan todos los atributos excelentes. Ya que todo tipo de excelencia se centra en Él, la perfección de Su belleza está establecida”.[8]

Junto con el reconocimiento de Su belleza intrínseca, también hay que meditar en Su beneficencia. Comentando sobre este aspecto, el Mesías Prometido (as) una vez afirmó:

“La belleza y la beneficencia son los dos únicos incentivos del amor. El epítome de los atributos divinos de la beneficencia se expone en la Surah Fatiha. La beneficencia perfecta por parte del Ser Supremo consiste en que Él creó a Sus siervos a partir de un estado de inexistencia y luego Su cuidado providencial los abarca todo el tiempo. Él sostiene todo y toda clase de Sus misericordias entran en funcionamiento a favor de Sus siervos. Su benevolencia excede todos los límites y es incontable. Dios ha llamado la atención sobre toda esta beneficencia muchas veces; por ejemplo, en el versículo, “Si tratas de contar los favores de Al’lah, no serás capaz de numerarlos (14.35).”[9]

El amor a Dios

Una vez que alguien ha contemplado y comprendido correctamente la belleza y la beneficencia de Dios, el siguiente paso es desarrollar y refinar el floreciente amor por Dios que crece como resultado de esta comprensión. El islam enseña que la forma más elevada de adoración a Dios por la que un creyente debe esforzarse es aquella que se realiza por un amor sincero e inmaculado hacia Él. El Mesías Prometido (as) escribe en su libro Nur-ul-Corán:

“El Sagrado Corán ha sostenido que la forma más elevada de la adoración de Dios y de las buenas acciones es que se busque el amor y la complacencia de Dios con un corazón sincero… Dios Altísimo ha llamado a esta religión islam para que el hombre adore a Dios Altísimo no por motivaciones mundanas, sino por entusiasmo personal. Esto es porque el islam significa dejar de lado todos los motivos ulteriores y resignarse al decreto divino. No hay ninguna otra religión en la tierra que tenga estos objetivos. Es cierto que, para dar a conocer Su misericordia, Dios Altísimo ha prometido todo tipo de bendiciones a los creyentes. Sin embargo, para aquellos creyentes que están deseosos de un alto estatus espiritual, Él ha dado la enseñanza de que deben adorar a Dios por un amor personal hacia Él.”[10]

El amor que lleva a la obediencia y a la purificación

Uno de los maravillosos efectos de la adoración de Dios por amor a Él es que purifica a la persona de diferentes pecados y vicios. El Mesías Prometido (as) comenta sobre este efecto en su libro Chashma-e-Masihi:

“El amor a Dios es el segundo requisito más importante de la salvación después de ma’rifat [reconocimiento de Dios]… El amor es algo maravilloso. Su fuego consume el fuego del pecado y apaga la llama de la desobediencia. No se puede hablar de “castigo” cuando hay un amor perfecto y verdadero. Uno de los signos del verdadero amor es que el amante teme la mera idea de estar alejado de su amado. Se cree condenado por la más mínima falta, y considera el disgusto del amado como un veneno mortal. También experimenta un gran deseo de reunirse con su amado, y la ausencia y la separación le quitan la vida. Por eso no sólo considera pecaminosas las acciones que el hombre común considera así -por ejemplo, el asesinato, el adulterio, el robo y el falso testimonio-, sino que considera como un pecado grave el más mínimo alejamiento de Dios y la más mínima inclinación hacia cualquier cosa que no sea Él. Por lo tanto, busca constantemente el perdón (istighfar) de su Amado Eterno. Como no puede aceptar la separación de Él en ningún momento, el más mínimo descuido -que podría cometer debido a su debilidad humana- le parece una montaña de pecados. Es por esta razón que aquellos que disfrutan de una relación santa y perfecta con Dios siempre se ocupan del istighfar. Un verdadero amante está siempre temeroso de que su amado se moleste con él, y su corazón está lleno de la sed de complacerlo perfectamente, y no está satisfecho ni siquiera cuando Dios mismo le informa que está complacido con él. Así como un borracho no se conforma con beber una sola vez y constantemente pide más, de la misma manera, cuando el manantial del amor divino brota en el corazón de un hombre, naturalmente quiere ganarse el agrado de Dios en la máxima medida posible.”[11]

El amor lleva a adoptar los atributos de Al’lah

Otro de los efectos de adorar a Dios por amor a Él es que una persona llega a adoptar los atributos de Dios. El amor completo requiere que una persona adopte los atributos de su amado; en este caso, los atributos de Dios. El Mesías Prometido (as) afirma en su libro Nur-ul-Corán:

“…De hecho, cuando una persona se enamora de alguien y su amor es total, se convierte en su comida y su bebida, por así decirlo. De hecho, adopta la complexión del carácter y el estilo de vida del amado. Cuanto mayor es el amor, más se siente la persona involuntariamente atraída por las cualidades del amado, hasta el punto de convertirse en su reflejo. Por eso, de acuerdo con su capacidad, la persona que ama a Dios adquiere la luz de Dios de manera metafórica… El verdadero amante se pierde en el amado. Se convierte en la manifestación del amado y refleja en sí mismo la imagen del amado hasta el punto de que se convierte en parte integrante de su persona. Después de adquirir su complexión y al estar junto a él, demuestra a la gente que, de hecho, está totalmente perdido en el amor por su amado”.[12]

El Profeta Muhammad (sa) también aludió a esto en un hadiz-e-qudsi, donde afirmó:

“Al’lah dijo: ‘Declararé la guerra a quien muestre hostilidad a un adorador piadoso mío. Y lo más amado con lo que Mi esclavo se acerca a Mí, es lo que le he ordenado; y Mi esclavo sigue acercándose a Mí a través de la realización de Nawafil (acciones voluntarias) hasta que lo ame, por lo que me convierto en su sentido del oído con el que oye, y su sentido de la vista con el que ve, y su mano con la que agarra, y su pierna con la que camina; y si Me pide, le daré, y si pide Mi protección (Refugio), lo protegeré; (es decir, le daré Mi Refugio). No vacilo en hacer nada como vacilo en tomar el alma del creyente, pues él odia la muerte, y Yo odio decepcionarlo”.[13]

La adoración: El único medio de verdadera satisfacción

La adoración a Dios es, por lo tanto, un ejercicio maravilloso que tiene muchos beneficios, muchos de los cuales ya han sido discutidos brevemente en los pasajes anteriores. Otro beneficio de la verdadera adoración a Dios es que trae consigo una profunda satisfacción y contentamiento. El Sagrado Corán nos dice en 13:29:

أَلَا بِذِكْرِ اللَّهِ تَطْمَئِنُّ الْقُلُوب

“¡Ay! En el recuerdo de Al‑lah es en lo que los corazones pueden hallar sosiego.” (13:29)

Y en 20:131 dice:

وَسَبِّحْ بِحَمْدِ رَبِّكَ قَبْلَ طُلُوعِ الشَّمْسِ وَقَبْلَ غُرُوبِهَا ۖ وَمِنْ آنَاءِ اللَّيْلِ فَسَبِّحْ وَأَطْرَافَ النَّهَارِ لَعَلَّكَ تَرْضَىٰ

“Soporta con paciencia lo que dicen, y glorifica a tu Señor con Sus alabanzas antes de la salida del sol y antes de su ocaso; y glorifícalo en las horas de la noche y al final del día, para que encuentres la felicidad verdadera.” (20:131)

En un mundo que cada día se aleja más de Dios, no es de extrañar que veamos un mayor número de personas que sienten una mayor insatisfacción, frustración y descontento en sus vidas. Lo que el alma y el corazón de la época están pidiendo a gritos es la conexión con el Creador, una conexión que sólo puede realizarse a través de la verdadera adoración.

El placer de la adoración

Aparte de la satisfacción general, hay un cierto placer que se ha puesto en el acto de adoración en sí. Esto es para facilitar su realización para el hombre, muy parecido a los placeres a corto plazo asociados con otras actividades humanas que sirven para preservar o mantener su bienestar físico (comer, beber, procrear, etc.). El Mesías Prometido (as) explicó una vez:

“Comprendan bien que la adoración no es una carga ni un impuesto. Hay un placer y una satisfacción en la adoración, y este placer y tranquilidad supera todas las demás gratificaciones y placeres carnales…La relación entre un hombre y una mujer es artificial y temporal. Yo anuncio que la relación que es verdadera, eterna y una encarnación del placer es la que existe entre el hombre y Dios Altísimo…Así como hay placer en la relación entre el hombre y la mujer que existe para preservar la posteridad, también hay un placer en la relación entre Rububiyat (la Providencia de Dios) y Ubudiyat (la facultad coincidente del hombre de aceptar la Providencia de Dios a través de la humildad y la obediencia) para mantener la vida espiritual eterna del hombre. Los místicos afirman que quien recibe este placer lo prefiere al mundo y a todo lo que éste ofrece. Si uno llega a experimentarlo, aunque sea una vez en toda su vida, se perderá por completo en él. Pero la dificultad está en que hay un gran número de personas en el mundo que no han comprendido este asunto oculto…”[14]

La adoración como medio para eliminar las ansiedades

Aparte de la insatisfacción general y la angustia existencial, hay momentos en los que una persona se ve atormentada por diferentes dificultades en las que su corazón se agita y no encuentra medios para liberarse. El Mesías Prometido (as) en su obra Ayyam-us-Sulh habla de cómo la verdadera adoración a Dios no es sólo un medio para la iluminación interior, sino que también es un medio para la eliminación concreta de los diversos problemas y ansiedades que nos asaltan en la vida. Escribe:

“La verdadera adoración y recompensa son tales que sus bendiciones y luz se experimentan en este mismo mundo. Los signos de la aceptación de nuestra adoración son que, mientras estamos en el acto de la oración, observamos con el corazón que una luz curativa desciende de Dios y purifica las sustancias venenosas de nuestro corazón. Cae sobre nosotros como una chispa e inmediatamente nos llena de un estado santo de satisfacción, certeza, amor, placer, afecto y éxtasis. Si nuestras oraciones y adoración no tienen esta cualidad, entonces son simplemente convención y hábito. Cada oración, aunque sea para eliminar un problema mundano, es aceptada pasando primero por nuestra condición religiosa y espiritual. Es decir, primero nos eleva en nuestro rango religioso y espiritual y nos concede la satisfacción pura, el contentamiento, el confort y el bienestar verdadero, y después arroja su influencia sobre nuestros problemas mundanos y quita nuestras aprensiones de la manera que sea apropiada.[15] 

Conclusión

Los beneficios de la adoración en el islam son muchos y de gran alcance. La adoración de Dios es un ejercicio de varios niveles que comienza con el reconocimiento correcto de Dios y sus atributos y que finalmente nos lleva a convertirnos en un perfecto reflejo de sus bellos atributos. Este proceso es el único medio para recibir una verdadera y profunda satisfacción en la vida. La adoración proporciona una sensación inmediata de deleite y placer espiritual, y además es un medio para eliminar aquellos obstáculos de nuestra vida que afectan a nuestro bienestar y felicidad.


Referencias y Notas

[1] Mufradat Imam Raghib

[2] Comentario de Surah Fatiha, pág. 196, referencia original de Al-Hakam, 24 de octubre de 1907.

[3] Islami Usul Ki Filasafi, Ruhani Jazain vol. 10, pg. 414. Tradd. Inglés, La Filosofía de las Enseñanzas del Islam, págs. 158-159

اگرچہ مختلف الطبائع انسان اپنی کوتاہ فہمی یا پست ہمتی سے مختلف طور کے مدعا اپنی زندگی کے لئے ٹھہراتے ہیں اور فقط دنیا کے مقاصد اور آرزوؤں تک چل کر آگے ٹھہر جاتے ہیں مگر وہ مدعا جو خدا تعالیٰ اپنے پاک کلام میں بیان فرماتا ہے وہ یہ ہے ۔جیسا کہ وہ فرماتا ہے ۔  وَمَا خَلَقْتُ الْجِنَّ وَالْإِنسَ إِلَّا لِيَعْبُدُونِیعنی میں نے جن اور انسان کو اسی لئے پیدا کیا ہے کہ وہ مجھے پہچانیں اور میری پرستش کریں۔ پس اس آیت کی رو سے اصل مدعا انسان کی زندگی کا خدا کی پرستش اور خدا کی معرفت اور خدا کے لئے ہو جانا ہے۔ یہ تو ظاہر ہے کہ انسان کو یہ تو مرتبہ حاصل نہیں ہے کہ اپنی زندگی کا مدعا اپنے اختیار سے آپ مقرر کرے کیونکہ انسان نہ اپنی مرضی سے آتا ہے اور نہ اپنی مرضی سے واپس جائے گا۔ بلکہ وہ ایک مخلوق ہے اور جس نے اسے پیدا کیا اور تمام حیوانات کی نسبت عمدہ اور اعلیٰ قویٰ اس کو عنایت کئے۔ اسی نے اس کی زندگی کا ایک مدعا ٹھہرا رکھا ہے۔ خواہ کوئی انسان اس مدعا کو سمجھے یا نہ سمجھے۔ مگر انسان کی پیدائش کا مدعا بلاشبہ خدا کی پرستش اور خدا کی معرفت اور خدا میں فانی ہو جانا ہی ہے۔  (اسلامی اصول کی فلاسفی، روحانی خزائن جلد ۱۰، صفحہ ۴۱۴)

[4]

يَا أَيُّهَا النَّاسُ اعْبُدُوا رَبَّكُمُ الَّذِي خَلَقَكُمْ وَالَّذِينَ مِن قَبْلِكُمْ لَعَلَّكُمْ تَتَّقُونَ

“¡Oh hombres! adorad a vuestro Señor que os ha creado a vosotros y a vuestros antepasados para que lleguéis a ser piadosos.” (2:22)

[5] Ayyam us Sulh, Ruhani Jazain vol. 14, pg. 250. Tradd. Inglés, The Essence of Islam vol. 1 págs. 95-96

خدا تعالیٰ میں ایک قسم کا وہ فیض ہے جو دُعا کرنے سے وابستہ ہے اور بغیر دعا کے کسی طرح مل نہیں سکتا۔ یہ سنّت اﷲ اور قانونِ الٰہی ہے جس میں تخلف جائز نہیں ۔۔۔دعا محض لغو امر نہیں ہے۔ اور نہ صرف ایسی عبادت جس پر کسی قسم کا فیض نازل نہیں ہوتا۔ یہ ان لوگوں کے خیال ہیں کہ جو خدا تعالیٰ کا وہ ؔ قدر نہیں کرتے جو حق قدر کرنے کا ہے اور نہ خد اکی کلام کو نظر عمیق سے سوچتے ہیں او رنہ قانونِ قدرت پر نظر ڈالتے ہیں۔ حقیقت یہ ہے کہ دعا پر ضرور فیض نازل ہوتا ہے جو ہمیں نجات بخشتا ہے (ایّام الصلح، روحانی خزائن جلد ۱۴، صفحہ ۲۵۰)

[6] Brahin-e-Ahmadía parte cinco, Ruhani Jazain vol. 21, pág. 200. Tradd. Inglés, Barahin-e-Ahmadía vol. 5 pág. 279

انسان تعبّد ابدی کے لئے پیدا کیا گیا ہے۔ اور طبعی طور پر اس کے دل میں خدا تعالیٰ کی محبت موجود ہے پس اسی وجہ سے انسان کی روح کو خداتعالیٰ سے ایک تعلق ازلی ہے۔ (ضمیمہ براہین احمدیہ حصہ پنجم ، روحانی خزائن جلد ۲۱، صفحہ ۲۰۰)

[7] Nur-ul-Corán, Ruhani Jazain vol. 9, pág. 439 nota.

حقیقت یہ ہے کہ محبت ذاتی کا اصل اور منبع دو ہی چیزیں ہیں (۱) اوّل کثرت سے مطالعہ کسی کے حسن کا اور اس کے نقوش اور خال و خط اور شمائل کو ہر وقت ذہن میں رکھنا اور بار بار اس کا تصور کرنا (۲) دوسری کثرت سے تصور کسی کے متواتر احسانات کا کرنا اور اس کے انواع و اقسام کے مروتوں اور احسانوں کو ذہن میں لاتے رہنا اور ان احسانوں کی عظمت اپنے دل میں بٹھانا۔ (نور القرآن، روحانی خزائن جلد ۹، صفحہ ۴۳۹ نوٹ)

[8] Ayyam-us-Sulh, Ruhani Jazain vol. 14, pg. 247. Tradd. Inglés, Commentary on Surah Fatiha pág. 77.

۔۔۔خدا تعالیٰ کی عبادت رُوح کے جوش اور طبیعت کی کشش سے ہو اور ایسی کشش جو عشق اور محبت سے بھری ہوئی ہو ہرگز کسی کی نسبت پیدا نہیں ہو سکتی جب تک یہ ثابت نہ ہو کہ وہ شخص ایسی کامل خوبیوں کا جامع ہے جن کے ملاحظہ سے بے اختیار دل تعریف کرنے لگتا ہے اور یہ تو ظاہر ہے کہ کامل تعریف دو قسم کی خوبیوں کے لئے ہوتی ہے۔ ایک کمال حُسن اور ایک کمال احسان اور اگر کسی میں دونوں خوبیاں جمع ہوںؔ تو پھر اُس کے لئے دل فدا اور شیدا ہو جاتا ہے۔ اور قرآن شریف کا بڑا مطلب یہی ہے کہ خدا تعالیٰ دونوں قسم کی خوبیاں حق کے طالبوں پر ظاہر کرے تا اُس بے مثل و مانند ذات کی طرف لوگ کھینچے جائیں اور رُوح کے جوش اورکشش سے اُس کی بندگی کریں۔ اس لئے پہلی سورۃ میں ہی یہ نہایت لطیف نقشہ دکھلانا چاہا ہے کہ وہ خدا جس کی طرف قرآن بُلاتا ہے وہ کیسی خوبیاں اپنے اندر رکھتا ہے۔ ۔۔اور قرآن کی اصطلاح کی رُو سے اﷲ اُس ذات کا نام ہے جس کی تمام خوبیاں حُسن و احسان کے کمال کے نقطہ پر پہنچی ہوئی ہوں اور کوئی مَنقصت اُس کی ذات میں نہ ہو۔ قرآن شریف میں تمام صفات کا موصوف صرف اﷲ کے اسم کو ہی ٹھہرایا ہے تا اِس بات کی طرف اشارہ ہو کہ اﷲ کا اسم تب متحقق ہوتا ہے کہ جب تمام صفات کاملہ اس میں پائی جائیں ۔پس جبکہ ہر ایک قسم کی خوبی اُس میں پائی گئی تو حسن اس کا ظاہر ہے۔ (ایّام الصلح، روحانی خزائن جلد ۱۴، صفحہ ۲۴۷)

[9] Comentario de Surah Fatiha, pg. 180. Referencia original de Report of the proceedings of the Great Religious Conference, pág. 186.

[10] Nur-ul-Corán número 2, Ruhani Jazain vol.9, pág. 441

۔۔۔ قرآن شریف نے اعلیٰ طبقہ عبادت الٰہی اور اعمال صالحہ کا یہی رکھا ہے کہ محبت الٰہی اور رضاء الٰہی کی طلب سچے دل سے ظہور میں آوے ۔۔۔ خدا تعالیٰ نے تو اس دین کا نام اسلام اس غرض سے رکھا ہے کہ تاانسان خدا تعالیٰ کی عبادت نفسانی اغراض سے نہیں بلکہ طبعی جوش سے کرے کیونکہ اسلام تمام اغراض کے چھوڑ دینے کے بعد رضا بقضا کا نام ہے دنیا میں بجز اسلام ایسا کوئی مذہب نہیں جس کے یہ مقاصد ہوں بے شک خدا تعالیٰ نے اپنی رحمت جتلانے کے لئے مومنوں کو انواع اقسام کی نعمتوں کے وعدے دیئے ہیں مگر مومنوں کو جو اعلیٰ مقام کے خواہش مند ہیں یہی تعلیم دی ہے کہ وہ محبت ذاتی سے خداتعالیٰ کی عبادت کریں ۔ (نور القرآن نمبر ۲، روحانی خزائن جلد ۹، صفحہ  ۴۴۱)

[11] Chashma-e-Masihi, Ruhani Jazain vol. 20, págs. 378-379. Tradd. Inglés, Fountain of Christianity, págs. 56-58

پھر معرفت کے بعد بڑی ضروری نجات کے لئے محبت الٰہی ہے۔ ۔۔محبت عجیب چیز ہے۔ اس کی آگ گناہوں کی آگ کو جلاتی اور معصیت کے شعلے کو بھسم کر دیتی ہے۔ سچی اور ذاتی اور کامل محبت کے ساتھ عذاب جمع ہو ہی نہیں سکتا اور سچی محبت کے علامات میں سے ایک یہ بھی ہے کہ اس کی فطرت میں یہ بات منقوش ہوتی ہے کہ اپنے محبوب کے قطع تعلق کا اُس کو نہایت خوف ہوتا ہے اور ایک ادنیٰ سے ادنیٰ قصور کے ساتھ اپنے تئیں ہلاک شدہ سمجھتا ہے اور اپنے محبوب کی مخالفت کو اپنے لئے ایک زہر خیال کرتا ہے اور نیز اپنے محبوب کے وصال کے پانے کے لئے نہایت بے تاب رہتا ہے اور بُعد اور دُوری کے صدمہ سے ایسا گداز ہوتا ہے کہ بس مر ہی جاتا ہے۔ اس لئے وہ صرف ان باتوں کو گناہ نہیں سمجھتا کہ جوعوام سمجھتے ہیں کہ قتل نہ کر۔ خون نہ کر۔ زنانہ کر۔ چوری نہ کر۔ جھوٹی گواہی نہ دے۔ بلکہ وہ ایک ادنیٰ غفلت کو اور ادنیٰ التفات کو جو خدا کو چھوڑ کر غیر کی طرف کی جائے ایک کبیرہ گناہ خیال کرتا ہے۔ اس لئے اپنے محبوب ازلی کی جناب میں دوام استغفار اس کا ورد ہوتا ہے اور چونکہ اس بات پر اس کی فطرت راضی نہیں ہوتی کہ وہ کسی وقت بھی خدا تعالیٰ سے الگ رہے اس لئے بشریت کے تقاضا سے ایک ذرّہ غفلت بھی اگر صادر ہو تو اس کو ایک پہاڑ کی طرح گناہ سمجھتا ہے۔ یہی بھید ہے کہ خدا تعالیٰ سے پاک اور کامل تعلق رکھنے والے ہمیشہ استغفار میں مشغول رہتے ہیں کیونکہ یہ محبت کا تقاضا ہے کہ ایک محب صادق کو ہمیشہ یہ فکر لگی رہتی ہے کہ اس کا محبوب اس پر ناراض نہ ہو جائے اور چونکہ اس کے دل میں ایک پیاس لگا دی جاتی ہے کہ خدا کامل طور پر اس سے راضی ہو اس لئے اگر خدا تعالیٰ یہ بھی کہے کہ میں تجھ سے راضی ہوں تب بھی وہ اس قدر پر صبر نہیں کر سکتا کیونکہ جیسا کہ شراب کے دَور کے وقت ایک شراب پینے والا ہر دم ایک مرتبہ پی کر پھر دوسری مرتبہ مانگتا ہے۔ اسی طرح جب انسان کے اندر محبت کا چشمہ جوش مارتا ہے تو وہ محبت طبعاً یہ تقاضا کرتی ہے کہ زیادہ سے زیادہ خدا تعالیٰ کی رضا حاصل ہو۔ (چشمہ مسیحی، روحانی خزائن جلد ۲۰، صفحہ  ۳۷۸ تا ۳۷۹)

[12] Nur-ul-Corán Número 2, Ruhani Jazain vol. 9, págs. 430-431. Tradd. Inglés, Essence of Islam vol. 3 págs. 36-37.

درحقیقت جو شخص کسی سے کامل محبت کرتا ہے تو گویا اسے پی لیتا ہے یا کھا لیتا ہے اور اس کے اخلاق اور اس کے چال چلن کے ساتھ رنگین ہو جاتا ہے اور جس قدر زیادہ محبت ہوتی ہے اسی قدر انسان بالطبع اپنے محبوب کی صفات کی طرف کھینچا جاتا ہے یہاں تک کہ اسی کا روپ ہو جاتا ہے جس سے وہ محبت کرتا ہے۔ یہی بھید ہے کہ جو شخص خدا سے محبت کرتا ہے وہ ظلی طور پر بقدر اپنی استعداد کے اس نور کو حاصل کر لیتا ہے۔۔۔ سچی محبت کرنے والا اپنے محبوب میں فنا ہو جاتا ہے۔ اپنے محبوب کے گریبان سے ظاہر ہوتا ہے اور ایسی تصویر اس کی اپنے اندر کھینچتا ہے کہ گویا اسے پی جاتا ہے اور کہا جاتا ہے کہ وہ اس میں ہوکر اور اس کے رنگ میں رنگین ہوکر اور اس کے ساتھ ہوکر لوگوں پر ظاہر کر دیتا ہے کہ وہ درحقیقت اس کی محبت میں کھویا گیا ہے۔  (نور القرآن نمبر ۲، روحانی خزائن جلد ۹، صفحہ۴۳۰ تا ۴۳۱)

[13] Sahih Bujari, Libro Para hacer el corazón tierno (Ar-Riqaq), Capítulo: Sobre la Humildad, Hadiz #6502

إِنَّ اللَّهَ قَالَ مَنْ عَادَى لِي وَلِيًّا فَقَدْ آذَنْتُهُ بِالْحَرْبِ، وَمَا تَقَرَّبَ إِلَىَّ عَبْدِي بِشَىْءٍ أَحَبَّ إِلَىَّ مِمَّا افْتَرَضْتُ عَلَيْهِ، وَمَا يَزَالُ عَبْدِي يَتَقَرَّبُ إِلَىَّ بِالنَّوَافِلِ حَتَّى أُحِبَّهُ، فَإِذَا أَحْبَبْتُهُ كُنْتُ سَمْعَهُ الَّذِي يَسْمَعُ بِهِ، وَبَصَرَهُ الَّذِي يُبْصِرُ بِهِ، وَيَدَهُ الَّتِي يَبْطُشُ بِهَا وَرِجْلَهُ الَّتِي يَمْشِي بِهَا، وَإِنْ سَأَلَنِي لأُعْطِيَنَّهُ، وَلَئِنِ اسْتَعَاذَنِي لأُعِيذَنَّهُ، وَمَا تَرَدَّدْتُ عَنْ شَىْءٍ أَنَا فَاعِلُهُ تَرَدُّدِي عَنْ نَفْسِ الْمُؤْمِنِ، يَكْرَهُ الْمَوْتَ وَأَنَا أَكْرَهُ مَسَاءَتَهُ (صحیح البخاری، كتاب الرقاق، باب التَّوَاضُعِ، حدیث ۶۵۰۲)

[14] Malfuzat vol. 3, pág. 26-27

خوب سمجھ لو کہ عبادت بھی کوئی بوجھ اور ٹیکس نہیں اس میں بھی ایک لذّت اور سرور ہے اور یہ لذّت اور سُرور دنیا کی تمام لذّتوں اور تمام حظوظِ نفس سے بالا تر ہے۔۔۔عورت اور مرد کا جوڑا تو باطل اور عارضی جوڑا ہے۔ میں کہتا ہوں حقیقی ابدی اور لذّت مجسم کا جو جوڑا ہے وہ انسان اور خدائے تعالی کا ہے۔۔۔جیسا کہ عورت اور مرد کے جوڑے سے ایک قسم کی بقاء کے لئے حظّ ہے اسی طرح پر عبودیت اور ربوبیّت کے جوڑے میں ایک ابدی بقا کے لیے حظّ موجود ہے صوفی کہتے ہیں کہ یہ حظّ جس کو نصیب ہو جائے وہ دنیا اور ما فیها کے تمام حظوظ سے بڑھ کر ترجیح رکھتا ہے۔ اگر ساری عمر میں ایک بار بھی اُس کو معلوم ہو جائے تو وہ اس میں ہی فنا ہو جائے لیکن مشکل تو یہ ہے کی دنیا میں ایک بڑی تعداد ایسے لوگوں کی ہے جنہوں نے اس راز کو نہیں سمجھا۔۔۔ (ملفوظات جلد ۳ صفحہ ۲۶ تا ۲۷)

[15] Ayyam-us-Sulh, Ruhani Jazain, vol. 14, pág. 241

حقیقی عبادت اور حقیقی ثواب وہی ہے جس کے اِسی دُنیا میں انوار اور برکات محسوس بھی ہوں۔ ہماری پرستش کی قبولیت کے آثار یہی ہیں کہ ہم عین دُعا کے وقت میں اپنے دل کی آنکھ سے مشاہدہ کریں کہ ایک تریاقی نور خدا سے اُترتا اور ہمارے دل کے زہریلے مواد کو دھوتا اور ہمارے پر ایک شعلہ کی طرح گرتا اور فی الفور ہمیں ایک پاک کیفیتِ انشراح صدر اور یقین اور محبت اور لذّت اور اُنس اور ذوق سے پُر کر دیتا ہے۔ اگر یہ امرنہیں ہے تو پھر دُعا اور عبادت بھی ایک رسم اور عادت ہے۔ ہر ایک دُعا گو ہماری دنیوی مشکل کشائی کے لئے ہو مگر ہماری ایمانی حالت اور عرفانی مرتبت پر گزر کر آتی ہے۔ یعنی اوّل ہمیں ایمان اور عرفان میں ترقی بخشتی ہے اور ایک پاک سکینت اور انشراح صدر اور اطمینان اور حقیقی خوشحالی ہمیں عطا کرکے پھر ہماری دنیوی مکروہات پر اپنا اثر ڈالتی ہے اور جس پہلو سے مناسب ہے اس پہلو سے ہمارے غم کو دُور کر دیتی ہے۔   (ایّام الصلح، روحانی خزائن جلد ۱۴، صفحہ ۲۴۱)

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