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Entrevista especial con la suicidóloga, Faryde Lara

Puedes escucharlo en el siguiente enlace:

Hola a todos y a todas. Sean muy bienvenidos y bienvenidas nuevamente al podcast oficial de la revista The Review of Religions en español. 

Les habla Sofía Chiesa desde Argentina.

En el programa de hoy, vamos a tener el gran honor de estar hablando sobre un tema de suma importancia que nos atraviesa como humanidad. Vamos a charlar con una profesional sobre salud mental, tema que, lamentablemente, sigue siendo tabú en la mayoría de las sociedades. Según la definición de la Organización Mundial de la Salud, estar saludable es encontrarse en completo bienestar físico, pero también mental y social. Sin embargo, la salud mental suele tener una representación poco acertada en los medios y es común que desde lo cotidiano se le reste importancia.

Hoy tenemos aquí con nosotros y con nosotras a Faryde Lara desde México.

¡Bienvenida, Faryde!

Faryde es suicidología, investigadora y artista audiovisual. Actualmente es considerada una de las mejores comunicadoras y conferencistas de México en temas relacionados a la prevención del suicidio y la violencia, la promoción del arte inclusivo, la cultura de paz y la responsabilidad social. Sus 18 años de experiencia la llevaron a tener un público de 5 millones de personas solo en los últimos 2 años. También ha estado presente en diversos medios mexicanos comunicando su labor.

Es realmente, un grandísimo honor y un privilegio poder tenerte acá.

1. Antes que nada, Faryde, me gustaría que nos cuentes sobre tu trabajo ¿qué hace una suicidóloga?

Bueno, fíjate que la suicidología es una rama muy reciente, antes no existía y es un poco realmente los países que ofrecen los estudios en suicidología. Es integral, vamos a decir, porque la suicidología se basa principalmente en estudiar los factores que tienen que ver con el suicidio, ya sea de riesgo, precipitantes o de protección, para poder crear estrategias entorno a su prevención. La suicidología puede ser clínica, de investigación…etc. Yo en particular, trabajo en ambos, estudio mucho, hago mucha investigación y también trabajo con algunos gobiernos, con algunos clínicos y ofrezco capacitación tanto a psicólogos como a psiquiatras, como a los profesionales de la atención primaria, para que juntos podamos evitar que el suicidio siga sucediendo.

2. ¿Qué te motivó a hacer esta labor tan necesaria para la sociedad? ¿cómo captó tu interés el estudio de la salud mental?

Obviamente no es fácil, creo que a nadie por iniciativa propia le gusta hablar del suicidio, creo que es un tema que se evade, lo que nos cuesta trabajo siempre lo queremos bloquear. En mi caso personal, lo que sucedió fue, que yo vivía en Francia, viví en Francia casi 15 años y me dedicaba completamente a otra cosa, pero mi hermana menor, se suicidó. Regresé a México porque mi familia lo estaba pasando muy mal, yo también lo he pasado muy mal y fue una situación de alto riesgo. Empecé a ver que muchos amigos de mi hermana también intentaban suicidarse y pensaba que era un poco contagioso. El dolor era muy profundo y no sabíamos cómo hacer para estar mejor. Habíamos ido con varios profesionales de la salud, pero no encontrábamos realmente alguien que nos pudiera ayudar. Hoy sé que el suicidio tiene una réplica contagiosa según la Asociación Americana de suicidología, un suicidio impacta a 135 personas de entre las cuales 25 pueden presentar ideación suicida y 6 son susceptibles a intentarlo. Empecé a entender que de alguna manera los sobrevivientes, (así se les llaman a las personas que hemos perdido seres cercanos por suicidio) nos convertimos en herederos del sufrimiento de la persona que se murió; el tan solo querer estar bien, preocuparme por mi familia, por la gente alrededor, los compañeros de mi hermana que eran muy jóvenes, me llevó justamente a buscar lugares en donde estudiar suicidología y justamente lo encontré en España y en otros países también. Ahora soy doctora en suicidología, y esto me ha llevado a estudiar a muchos lugares, estar en una permanente capacitación para poder ser más eficiente en el trabajo de su prevención. Eso fue a mi lo que me motivó a estudiar esta área.

3. El coronavirus está afectando la salud mental de muchas personas, especialmente trabajadores de la salud. Datos de estudios recientes muestran un aumento de la angustia, la ansiedad y la depresión, ¿qué siente una persona que sufre depresión, angustia o ansiedad?

Hay que saber que la depresión y la ansiedad son enfermedades diferentes. Muchas veces vienen acompañadas o pueden venir acompañadas, pero son enfermedades diferentes. En México, una de cada tres personas tiene alguna enfermedad mental de este tipo, como depresión o ansiedad, que bien o mal están relacionados o pueden estar relacionados con el suicidio.

 Que buena pregunta es esta, porque muchas veces nos pasamos la vida deprimidos o enojados y no nos damos cuenta de que estamos en depresión. Justamente el enojo o la ira son síntomas de una depresión prolongada. ¿Qué siente una persona que está deprimida?Pues de alguna manera normaliza la tristeza, el estar mal. Se acostumbra a no tener ganas de levantarse, de llevar a cabo una rutina o llevarla a cabo le enoja. Uno no tiene ánimos. Es verdad que el Covid ha venido a acentuar las enfermedades mentales.  La angustia es distinta, porque con la angustia uno puede tener mucho miedo, mucho estrés para llevar a cabo ciertas actividades que lo ponen en conflicto consigo mismo. Por último, la ansiedad, por ejemplo, es muy particular, porque uno puede sin darse cuenta manifestar ciertos síntomas como la sudoración, la taquicardia, el vivir con estrés y no se da cuenta porque se acostumbra a estar así, el que se le corte a uno la respiración, el que tenga miedo de vivir, son síntomas, de la ansiedad. Si tienes razón, el confinamiento ha venido a acentuar mucho estas enfermedades, porque antes de alguna manera teníamos la oportunidad de liberar nuestra ansiedad o depresión. A pesar de tener un día malo al menos podíamos salir con amigos en la tarde, podíamos ir a tomar algo, podíamos despejarnos yendo a algún museo o haciendo alguna actividad que nos diera gusto y ahora el confinamiento nos impide llevar a cabo todas estas actividades. Uno se encierra. Muchas veces la situación en casa tiende a ser violenta, por ejemplo, en México sabemos que la familia es el principal núcleo de violencia, entonces el pasar mucho tiempo en casa es difícil que le haga bien a la gente. Ahora el confinamiento y el Covid nos impide liberarnos de la misma manera. El estar en casa acentúa nuestras enfermedades mentales y difícilmente recurrimos a la ayuda que necesitamos para poder estar bien.

4. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que la pandemia por COVID-19 puede exacerbar los factores de riesgo de suicidio. ¿Cómo podemos reducir este riesgo?

Yo pienso que hay que aprender a querernos y a cuidarnos. Pienso que muchas veces algo que nos hace falta es justo aprender a estar bien. Estamos acostumbrados a depender de factores externos y no nos damos cuenta de que nuestro bienestar es nuestra propia responsabilidad y no nos enseñan en la educación tradicional a cómo cuidarnos. Una persona que se cuida tiene que tomar en cuenta que somos seres humanos y los seres humanos somos cuerpo, mente y alma. Esto quiere decir que hay factores biológicos, factores psicológicos y factores ambientales que dan lugar a los seres qué somos y cómo nos relacionamos. Hay que aprender a cuidarnos desde lo biológico, comer bien, dormir bien y ponernos horarios para llevar ciertas actividades. Si detectamos que no nos estamos sintiendo bien, quizás haga falta la producción de alguna sustancia que nuestro cuerpo no está necesariamente emitiendo como la dopamina, la serotonina. El sol, por ejemplo, es un motivador anímico natural. El tan solo salir a caminar, el dejar que nuestro cuerpo tome rayos del sol, que respire, esto desde lo biológico. Muchas veces estando en casa, perdemos rutinas o no ponemos atención a las rutinas que no nos hacen bien, a veces no comemos bien o no comemos, dormimos poco y somos cuerpo, hay que cuidar nuestro cuerpo. Luego está lo psicológico, también hay que poner atención a aquello que nos hace bien, por ejemplo, si estamos viendo todo el día programas violentos, no estamos poniendo atención a que nuestra psicología, nuestra mente necesita también crecer. Hay que darnos la oportunidad de que nuestra mente se expanda hacia lo positivo, hacia a la esperanza, hacia cosas que nos hagan pensar en la construcción benéfica como humanidad. Al ambiente por supuesto, escoger bien a nuestras amistades, evitar todo aquello que nos pueda hacer daño, obviamente el consumo de sustancias no es sano tampoco, entonces hay que juntarnos con gente, contar con una red de apoyo que nos ayude a estar mejor y no a estar peor.

Es una cuestión de prevención, algunas veces se acostumbran y no se dan cuenta, pero hay que tomar en cuenta todas estas herramientas como tú bien mencionas, que nos ayude a estar mejor porque uno nunca sabe en qué momento puede ser susceptible o vulnerable, que ya llegué a un punto donde no pueda controlarse, cuando bien puede formarse rutinas desde antes que lo ayuden a estar mejor.

5. Me gustaría que hablemos un poco sobre salud mental en la adolescencia. La Organización Mundial de la Salud alertó sobre la creciente tasa de suicidios en adolescentes, sobre todo de clases medias y bajas ¿qué podemos analizar con respecto a esto? ¿Latinoamérica se encuentra en esa situación descrita por la OMS?

SI por supuesto, por ejemplo, en México y en los Estados Unidos, el suicidio es la segunda causa de muerte de jóvenes entre 14 y 29 años, demonos cuenta, algo está pasando con nuestros jóvenes que se están matando a tal grado que el suicidio es la segunda causa de la muerte de los jóvenes a nivel mundial. México no es la excepción, Estados Unidos tampoco. En Latinoamérica también, yo tengo compañeros suicidólogos que trabajan en Perú, en Colombia y la situación es exactamente igual. Algo pasa con nuestros jóvenes con las nuevas generaciones que están perdiendo la esperanza. 

Si. Tiene que ver con la manera en la que los estamos educando. También tiene que ver con los factores ambientales. El bullying es el principal factor precipitante al suicidio en jóvenes y en niños. Fíjate a qué grado estamos conviviendo de una manera tan violenta que los precipitamos, les hacemos daño. ¿Qué hay que cambiar?, la violencia en el mundo. 

La OMS justamente nos dice que las enfermedades mentales son las principales causas y consecuencias de la violencia en el mundo. México por ejemplo ocupa el lugar número 12 de violencia. Tan solo nuestra manera de comunicarnos ya es muy violenta, de allí la importancia de que pudiéramos ser más empáticos, comprensivos…etc. 

Sabemos que las personas, los adolescentes, todos tenemos factores de riesgo que se clasifican en biológicos, psicológicos y ambientales, pero los factores precipitantes siempre son ambientales. ¿Que estamos haciendo como sociedad? ¿Cuál es la manera en la que tenemos de relacionarlos para que justo precipitemos al otro a matarse?

Entonces sí, hay que poner atención a nuestros jóvenes, hay que poner atención a la manera que tenemos de relacionarnos, hay que darles herramientas para que puedan lidiar con aquello que les cueste trabajo en la vida para que puedan resolver conflictos, sin que necesariamente dependan de sus emociones. Hay que saber enseñarlos también a desarrollar su inteligencia emocional para que justo sepan que las emociones no necesariamente juegan el papel que le damos, no tiene el valor que realmente le damos. Claro que siempre es importante identificar lo que sentimos, poderlo liberar, pero no necesariamente actuar con la emoción, porque justamente el actuar con emoción muchas veces nos impide resolver conflictos de manera objetiva y esto es lo que juega un papel trascendental, en precipitarnos al suicidio. Hay que saber que lo que vivimos, todo es temporal, nada dura para siempre y a veces le damos mayor importancia a la cosa de las que tienen. Si es un problema grave, por supuesto. En el mundo una persona se suicida cada 40 segundos. Cada 40 segundos y muchos de ellos son jóvenes.

6. La cantidad de diagnósticos de trastornos de ansiedad y la depresión está creciendo ¿cómo crees que se relaciona esto con las exigencias sociales y económicas del mundo actual?

Si tienen obviamente gran relación porque enseñamos a las personas a darle un valor a la sociedad que no necesariamente tiene. Antropológicamente, es imposible que vivamos solos, somos seres sociales, dependemos unos de otros, para sobrevivir, nos necesitamos. Si la sociedad juega un papel trascendental, no tendría porque haber exigencias. Todos los seres humanos somos distintos, tenemos ritmos diferentes, algunos nos cuestan trabajo algunas cosas más que otras, dependemos los unos de otros, el materialismo, el capitalismo, obviamente juega un papel que no debería tener, dónde queda entonces la espiritualidad, donde queda entonces nuestra relación con nosotros mismos, con el universo, cuál es nuestro papel en este planeta. Entonces le damos importancia solamente a lo material, solo al consumismo, solamente a cosas que no nos hacen crecer como personas que no nos hacen crecer como sociedad. Claro que juega un papel trascendental, tendríamos que aprender a pensar diferente, tendríamos que aprender a funcionar distinto como sociedad nos necesitamos. Habría que pensar como sociedad, de qué manera nos estamos cuestionando, de qué manera no estamos relacionando, qué papel les estamos dando a nuestras emociones, a nuestros hijos, que es lo más importante de nuestra vida. Porque muchas veces pienso que lo que hemos perdido es nuestro rumbo, nuestros valores, cuáles son los valores que nos hacen precisamente estar mejor como humanidad.

7. Afortunadamente, en Latinoamérica estamos hablando cada vez más sobre los derechos de las mujeres. Hace un tiempo que empezamos a problematizar el machismo que tenemos naturalizado en nuestras sociedades ¿cómo crees que afectan estas dinámicas sociales desiguales en la salud mental de las mujeres?

Mira esa pregunta que haces es muy importante. Sabemos que la violencia otra vez está muy relacionada a las enfermedades mentales. La violencia de género lamentablemente se da mucho en los países latinoamericanos, no solo, obviamente ocurre en todo el mundo. El papel del hombre siempre ha sido predominante por encima de las mujeres, pero vamos a decir que, en nuestra línea, existe un machismo muy presente. Ahora en el confinamiento, ha aumentado muchísimo la violencia de género y en México, cada vez hay más llamadas de mujeres que piden ayuda, porque se ven sujetas a la violencia de su pareja. Nosotros somos una cultura en la que se nos ha enseñado que el hombre es más importante, que el hombre tiene otros derechos que la mujer no necesariamente tiene, somos educadas para servir al hombre. El hombre se adjudica derechos que no tiene. Ningún ser humano tiene derecho de violentar a otro. Sea hombre o sea mujer. Lamentablemente la violencia de género pues si está muy presente en los países latinos. Está ligado a los intentos de suicido, al suicido, porque muchas veces por querer escapar de la situación de la que te encuentras, no ves otra salida, sino el matarte. ¿Cómo lo haces?  porque efectivamente no tienes los mismos derechos. Ahora mismo sabemos que es un derecho humano. Cada vez hablamos más de los derechos humanos, cada vez hablamos mas de que estar bien es una cosa que nos concierne a todos como humanidad. No es fácil todavía nos queda mucho camino por recorrer, para poder salir de esta situación y darnos cuenta de que independientemente del sexo de las personas, todos merecemos estar bien y respetar al otro.

8. Observamos que cada vez está más de moda recurrir a técnicas de relajación y meditación para combatir el estrés, ¿crees que el desarrollo o fomento de la espiritualidad puede ser beneficiosa para la salud mental en la actualidad? ¿qué aspectos de la espiritualidad pueden ser beneficiosos?

Si claro, mira cuando yo empecé a estudiar suicidología, yo no me podía creer que leía los informes de la OMS y la OMS nos decía que hay que fomentar la espiritualidad en la gente. 

La espiritualidad da esperanza. El factor común entre todos los suicidas es la desesperanza. La espiritualidad nos permite desarrollar la esperanza en nosotros mismos. Nos ayuda a encontrar nuestro lugar en el mundo, en el universo. Si la espiritualidad juega un papel trascendental, pero muchas veces, la religión no necesariamente. Muchas veces los líderes religiosos también pueden ser un riesgo porque la religión en algunas culturas, fomentan ciertos valores que pueden generar tabú o estigma. El tabú y el estigma son los principales obstáculos para cuidar nuestra salud mental. La comunidad que uno encuentra muchas veces en la religión es un gran factor de protección. Hay muchas maneras de desarrollar la espiritualidad, estando en la naturaleza, practicando yoga, mindfulness, ciertas herramientas que nos ayuden a darnos cuenta del lugar que ocupamos en el mundo. Porque lo que pasa con la depresión y con las enfermedades mentales es que se nos olvida cual es nuestro lugar en el mundo y le damos valor a situaciones que no necesariamente tienen importancia la espiritualidad nos ayuda a tomar distancia y decir “bueno esto que estoy viviendo no es el centro de la vida, es algo que va a pasar, hay poderes fuera de mí, superiores diferentes, que hacen que me dé cuenta, que quizá lo que vivo no es tan importante”

9. ¿Qué crees que está a nuestro alcance hacer para prevenir el suicidio? ¿A qué cosas debemos prestar atención?

A nuestra manera de relacionarlos y a la empatía. La empatía es la clave. Hay que saber que las personas se suicidan o intentan suicidarse llevan el sufrimiento mucho tiempo. La gente no se suicida así porque sí y no se le ocurre de la noche a la mañana. Son personas que llevan el sufrimiento mucho tiempo. Acercarse a entender su situación, 8 de cada 10 personas que se suicidan lo comunican a su alrededor, la gente a veces usa expresiones, no necesariamente como “me voy a matar”, pero si dicen cosas como “me gustaría dormir y no despertar mañana”, “no puedo soportar lo que estoy viviendo por más tiempo”. Piden ayudan. Hay ciertas señales de alerta a las que nosotros tendríamos que poner atención, muchas veces lo que pasa es que no la sabemos reconocer, que es distinto. Una persona que lleva deprimida mucho tiempo, una persona que no tiene ganas de levantarse de la cama, una persona que te dice, pues esto que me gustaría dormir y no despertar, no puedo soportar más esto que está sucediendo en mi vida, está dando grandes señales. Muchas veces los intentos previos son el principal factor de riesgo, a veces como que uno dice, “lo intentó, pero ya se le pasó”, si lo intentó es porque necesita ayuda profesional. No hay que tener miedo a acercarse a los profesionales de la salud. Muchas veces la gente dice no, no voy con el psiquiatra porque no estoy loco, no se trata de locura, se trata de que no eres capaz de estar bien por ti mismo, entonces hay que pedir ayudar, hay que confiar a veces uno tiene que desconfiar de su propia mente para aprender a confiar en nosotros como humanidad.

10. Sabemos que recientemente recibiste un prestigioso premio por tu labor en esta área ¿nos podrías contar algo sobre este galardón?

Si claro con mucho gusto, es para mí un honor, justo este año, recibí este premio, Mujer Tec 2021.en la categoría de salud y bienestar.

Ellos cada año eligen a 22 mujeres en diferentes categorías para poner envalor el trabajo que se hace. Mas que el que yo haya sido merecedora de este premio, da oportunidad a tener cada vez más plataformas para poder hablar del suicidio y de las enfermedades mentales y trabajar en su prevención. Porque como mencionábamos al principio, es un tema tabú. ¿Cómo vamos a resolver el problema si no lo enfrentamos?No es evadiendo lo que vamos a resolver. El suicidio es ahora la segunda causa de muerte de los jóvenes a nivel mundial. Entonces el hecho de que podamos hablar de ello, tener espacios para investigar abordar la problemática, nos da la oportunidad de descubrir nuevas maneras de resolverlas, yo me siento muy orgullosa y honrada de haber podido recibir este galardón, porque justamente me da la oportunidad de poder trabajar con otros profesionales y en equipo para poder resolver este problema que estamos afrontando como sociedad.

Lo repito: Faryde, muchísimas gracias por prestarnos un pedacito de tu tiempo y ayudarnos a entender mejor cómo funciona este flagelo que existe y ronda entre nosotros y nosotras.

¡Ha sido un gran placer y un enorme honor tenerte de invitada!

Es un gran honor estar aquí y acompañarte. Lo agradezco muchísimo.

La depresión es real. La ansiedad existe. La salud mental también es salud. 

Cuando veamos que alguien está realmente mal y creamos que solo se necesita voluntad para estar mejor… o que rezando y teniendo fe se solucionan cuestiones de salud mental, pensemos ¿le demandaríamos a alguien con la pierna quebrada que corra una maratón por la gracia de la fe o con voluntad? Seguramente no. Pues tampoco podemos pedirle a alguien con depresión que simplemente esté bien, porque la realidad es que no lo está.

Es muy importante tener presente que existen muchísimos y muchísimas profesionales de la salud mental y tener una cita con ellos no es motivo de vergüenza.

Sacar el estigma es prevenir, comprender es prevenir y dialogar es prevenir.

Teniendo charlas responsables sobre sobre salud mental vamos a ir pudiendo quitar el estigma que empuja a tanta gente sufrir en silencio.

Si vos, que estás escuchando esto, sentís que quizás estás sufriendo demasiado y que cosas simples de la vida cotidiana son una odisea, te digo: con la ayuda necesaria esto mejora.

Y en cuanto a todos los demás: queda en cada uno de nosotros y nosotras intentar informarnos, acompañar y escuchar para aliviar, aunque sea un poco, la carga tan pesada que está llevando gente a nuestro alrededor.

Bueno, hasta aquí llegamos con nuestro episodio de hoy. Les recuerdo que en nuestro website RoR.org.es pueden encontrar muchísimos artículos sobre diversos temas ¡así que no olviden visitarlo! No se pierdan nuestros próximos programas en nuestros canales de podcasts disponibles en Itunes, Spotify e Ivoox con el nombre RoR en español. 

Y, como siempre, pueden dejarnos sus comentarios y sugerencias, o cualquier cosa que deseen, en nuestro email info@ror.org.es

Entonces, llegamos al fin. Me despido. Mi nombre es Sofía Chiesa y ha sido un placer compartir con ustedes.

Nos vemos en el siguiente programa. Saludos.

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