Cultura Historia Libros Sagrados Profetas Religiones del mundo

Enseñanzas del Judaísmo y Cristianismo sobre la guerra

Por: Su Santidad Mirza Bashir-ud-Deen Mahmud Ahmad, Segundo Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadíara

Pero ahora surge la pregunta: ¿Tiene justificación y sentido luchar por la fe? Consideremos, pues, esta pregunta.

Las enseñanzas religiosas con respecto a la guerra toman varias formas. Hemos citado anteriormente la enseñanza del Antiguo Testamento. A Moisésas se le ordena entrar en la tierra de Canaán mediante la fuerza, derrotar su población y asentar en Canaán a su propio pueblo (Deuteronomio, 20:10-18). A pesar de tal enseñanza en el Libro de Moisésas, y a pesar de los ejemplos prácticos de los Profetas Josuéas y David, entre otros, que refuerzan esta enseñanza; los judíos y los cristianos siguen venerando a sus Profetas y considerando sus escritos como libros de Dios.

Al final de la tradición mosaica, Jesúsas predicó:

“Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;” (Mateo, 5:39).

Los cristianos han citado a menudo esta enseñanza de Jesús para afirmar que Jesús predicó en contra de la guerra. Pero en el Nuevo Testamento encontramos otros textos que buscan enseñar lo contrario. Por ejemplo, un texto dice:

“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada” (Mateo, 10:34).

Y otro:

“Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.” (Lucas, 22:36).

De estos tres versículos, los dos últimos contradicen al primero. Si Jesúsas vino para hacer la guerra ¿cómo se explica su enseñanza de “ofrecer la otra mejilla”? Parece que, o bien hemos de admitir una contradicción en el Nuevo Testamento, o bien hemos de explicar una de las enseñanzas contradictorias de forma adecuada. Aquí no nos interesa la factibilidad de ofrecer la otra mejilla. A este respecto, sólo interesa señalar que a través de su larga historia, ningún pueblo cristiano se ha mostrado reacio a hacer la guerra. Cuando los cristianos llegaron al poder en Roma, participaron en guerras tanto defensivas como agresivas.

La comunidad cristiana es una potencia dominante en el mundo actual, y todavía participa en guerras defensivas y agresivas, salvo que ahora el vencedor es canonizado por el resto del mundo cristiano. Se dice que su victoria supone una victoria de la civilización cristiana. La descripción “civilización cristiana” ha venido a aplicarse a todo lo que tiende a dominar y triunfar. Cuando luchan dos potencias cristianas, ambas afirman ser protectoras de los ideales cristianos; y al vencedor se le proclama verdadera potencia cristiana.

Es cierto, sin embargo, que desde los tiempos de Jesucristoas hasta nuestra época, la cristiandad ha estado involucrada en guerras; y toda evidencia indica que lo seguirá estando. El veredicto práctico de los pueblos cristianos, por tanto, es que la guerra representa la verdadera enseñanza del Nuevo Testamento y que la idea de “ofrecer la otra mejilla” constituía una enseñanza pragmática en tiempos de debilidad de los primeros cristianos, o una enseñanza referente a individuos; pero no a estados ni pueblos.

En segundo lugar, aun suponiendo que Jesúsas enseñó la paz y no la guerra, no podemos concluir que los que no observan dicho precepto no son honrados ni piadosos. La Cristiandad siempre ha venerado a exponentes de la guerra, tales como Moisesas, Josueas y Davidas. Además, la Iglesia misma ha canonizado a héroes nacionales que sufrieron en guerras y que fueron convertidos en santos por los Papas.

Añadir comentario

haga clic aquí para publicar comentario

Momentos Inolvidables

¿Cómo puede el ayuno beneficiar tu salud?

Hoja informativa