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La soledad es un tema apremiante para el mundo actual. Se considera que el 7,2% de los ciudadanos de la Unión Europea (más de 30 millones de personas) están socialmente aislados. Esto significa que nunca se reúnen con familiares o amigos. En el Reino Unido – y según un estudio de Age UK (una organización benéfica que trabaja con personas mayores) – medio millón de personas mayores de 60 años pasan los días en soledad, sin interacción con los demás. Este hecho puede no parecer tan sorprendente ya que se asume que los ancianos sufren más de soledad que otros grupos de edad.
Sin embargo, un estudio realizado en Estados Unidos por la compañía aseguradora Cigna, que realizó una encuesta nacional a 20.000 adultos, muestra que “la mitad de los estadounidenses se ven solos”, Según este estudio, son los estadounidenses más jóvenes quienes sufren de soledad en mayor medida. La “Generación Z”, es decir, la generación nacida entre mediados de la década de 1990 y principios de la década de 2000, es la que se siente más sola.
El New York Times señala: “El aislamiento social es una epidemia creciente que se reconoce cada vez más por sus nefastas consecuencias físicas, mentales y emocionales”.
Según Science Daily, el aislamiento social y la soledad suponen un mayor riesgo para la salud pública, mucho más incluso que la obesidad, y la investigación muestra que sus repercusiones son cada vez mayores. Otras razones para aislarse tienen que ver con una mayor dependencia de la tecnología, los efectos de las redes sociales y un menor sentido de responsabilidad en el cuidado de los padres en su vejez. Algunos pueden preferir la soledad después de sufrir la pérdida de un ser querido, al ser incapaces de recuperarse del dolor. En resumen, hay innumerables razones por las que las personas pueden sentirse solas.
Un concepto de hace 1400 años relevante hoy en día
Recientemente, el Líder Mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Su Santidad Mirza Masrur Ahmad (aba) habló sobre un concepto fascinante en su Sermón de Eid (un festival anual que celebran los musulmanes) basándose en las enseñanzas del Sagrado Corán, revelado hace 1400 años, y apoyado hoy por la ciencia moderna.
Su Santidad explicó el concepto islámico de la felicidad en relación a la soledad y aclaró que lo que da la felicidad es reunirse con gente e interactuar socialmente con los demás. Por el contrario, la pena y la tristeza se intensifican cuando una persona prefiere la soledad y el aislamiento.
Cuando una persona se mantiene alejada de los demás por períodos más largos, finalmente puede llevar a la depresión. Sin embargo, si la persona está en compañía de amigos y puede expresar su dolor, sus sentimientos de pena o depresión pueden reducirse. Hay diferentes categorías entre los que se aíslan. Algunos pueden aislarse cuando se experimenta dolor o angustia. Es posible que prefieran mantenerse alejados de otras personas durante momentos de tristeza y llorar en soledad. Otros prefieren aislarse en todas las circunstancias, hasta el punto de que incluso si un ser querido fallece, no dan la bienvenida a quienes lo visitan para expresar sus condolencias, y por contra, prefieren mantenerse alejados de todo. Esto a menudo lleva a la depresión, y es por ello que los médicos aconsejan a las personas que sufren de depresión y soledad, salir y socializar con los demás.
En resumen, Su Santidad dijo que el islam, como religión basada en la naturaleza humana, proporciona las máximas oportunidades para que los musulmanes se reúnan y hagan vida social como parte de su fe, rituales, festividades y prácticas.
Esto a su vez aumenta la felicidad de las personas. Por ejemplo, el islam ordena a los musulmanes de diferentes áreas que se reúnan en el festival de Eid. De este modo, mientras la soledad se prefiere en tiempos de aflicción, las reuniones promueven la felicidad.
Después de escuchar el Sermón de Eid, estuve conversando sobre los conceptos importantes con algunos miembros del equipo de ‘Review of Religions’, incluido uno de los más veteranos de la redacción, que es psicólogo clínico, y llegamos a la conclusión de que los conceptos explicados a grandes rasgos por Su Santidad sobre la soledad reflejaban lo que se enseña en la práctica clínica moderna.
Tenía curiosidad por seguir aprendiendo sobre este conceptos, sobre todo porque parece que el islam en algunos casos pide a los musulmanes que busquen la soledad.
Por ejemplo, el Corán dice que recemos en solitario a Dios. También la reclusión a menudo está relacionada con momentos de súplica intensa. Entonces, deseaba saber: ¿Cómo podemos reconciliar la soledad y la pena? ¿Cómo lidiar con ambos? ¿Cuál es el vínculo entre la soledad y la pena? ¿La soledad conduce a la depresión en todas las circunstancias? Cuando, por ejemplo, alguien fallece, ¿la soledad se convierte en angustia cuando se está de luto?
Por lo tanto, me considero muy afortunado de haber tenido la oportunidad de plantear estas preguntas a Su Santidad en el transcurso de dos sesiones en su despacho. Los lectores regulares son conscientes de que las palabras de Su Santidad están repletas de sabiduría y consejos prácticos basados siempre y únicamente en las enseñanzas del islam. Muy gentilmente, Su Santidad dedicó tiempo a proporcionarnos respuestas increíblemente perspicaces sobre este tema, por lo que le estamos eternamente agradecidos, y oramos emotivamente a Dios para que otorgue Su misericordia y gracia sobre Su Santidad. A continuación se presentan las respuestas completas de Su Santidad para los lectores de The Review of Religions.
Entrevista con Su Santidad, Líder Mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía
Amer Safir: Su Santidad, en su Sermón de Eid, usted dio una visión fascinante sobre cómo las personas se enfrentan a la soledad y obtenien la felicidad. Su Santidad dijo que la felicidad está vinculada a relacionarse y reunirse con los demás, mientras que la tristeza está vinculada a mantenerse aislado y a no socializar. Su Santidad, mi pregunta está relacionada con el concepto de soledad vinculada a la tristeza. ¿Cuál es la relación entre el dolor y el aislamiento en el contexto de tristeza? Si la soledad siempre conduce la tristeza, ¿por qué el islam aparentemente parece pedirnos que busquemos reclusión en algunas circunstancias? Cuando alguien fallece, entonces, ¿el dolor aumenta a través de la soledad?
Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba): En términos de soledad, si nos referimos a la reacción ante la muerte de alguien, por ejemplo, la gente pasa por una experiencia psicológica. La gente quiere reducir su dolor y tienen que lidiar con ello debidamente, aislándose y llorando por esa pérdida. Por ejemplo, la muerte de alguien (cercano a uno mismo) puede provocar noches de insomnio, angustia intensa, e incluso aislarse a sí mismo hasta el punto de sucumbir a la depresión. Los médicos a veces aconsejan a personas que lloren si se sienten afligidas por la pérdida de alguien.
Con frecuencia en el pasado (y todavía a veces hoy en día) la gente aguantaba estoicamente su pena y no lloraba, lo que tenía un efecto adverso sobre ellos. Así que a las personas se les aconseja llorar para liberar sus penas. Si reprimes tus sentimientos cuando estás de luto y sufres en silencio, el hecho de no expresarlos o dejarlos salir, afecta a tu corazón. Por lo tanto, debes llorar y expresar tu aflicción.
Esto es lo que el Sagrado Corán nos aconseja y lo que el Santo Profeta Mohammad (sa) también nos instruyó. Dios nos ordena llorar ante Él, lo cual se entiende claramente de este versículo:
اَلَا بِذِکۡرِ اللّٰہِ تَطۡمَئِنُّ الۡقُلُوۡبُ
“Quienes creen y cuyos corazones hallan sosiego en el recuerdo de Al‑lah. ¡Ay! En el recuerdo de Al‑lah es en lo que los corazones pueden hallar sosiego” (13:29)
Por lo tanto, uno debe expresar todo delante de Al-lah – y cuando la oración es aceptada da una gran satisfacción y alivio.
Su Santidad: ¿No has experimentado que cuando lloras después de sufrir dolor, estás más contento o más tranquilo?
Amer Safir: Sí, Su Santidad, he tenido esta experiencia.
Su Santidad: Algunas personas intentan sobrellevarlo y contienen su pena dentro de sí mismos. No expresan su angustia y en su lugar prefieren la soledad. Al permanecer aislados son capaces de lamentarse o llorar en sus oraciones. Cuando sientes angustia, tienes que liberarlo o soltarlo de alguna manera. Así que para disminuir ese dolor, a veces la persona recurre al llanto y entonces la tristeza disminuye.
Observa que cuando una persona está enfurecida o enojada y se abstiene de hablar, su mente tiene ganas de explotar, y mantener todo esto dentro de sí mismo puede incluso llevarle a la locura. Así que o bien él puede dirigir esa ira hacia otra persona o expresarla a un amigo, o bien puede llorar y lamentarse para sentirse aliviado de alguna forma.
Por lo tanto, lo que quiero decir es que está en la naturaleza de la gente llorar cuando siente angustia.
Vemos que cuando alguien sufre una pérdida o algún tipo de daño, las personas vienen a consolarle – le abrazan y lloran con él.
Aquí (en occidente), cuando se produce una tragedia, se ve a la gente poniendo flores, y también a menudo se ve a la gente llorando y abrazándose, mientras que otros soportan su sufrimiento y no lloran. ¡Algunas personas tienen la capacidad de controlar sus emociones, por lo que incluso si lloran solo cinco minutos se sienten como si hubieran aliviado todas sus penas y comenzado una nueva vida!
El islam no dice “llorar eternamente”, más bien el islam ha prescrito a los maridos y esposas afligidos que deben orar durante 40 días. Para las viudas, el islam ha establecido cuatro meses y diez días para el período de luto. Sin embargo, en todos los demás casos se nos ha dicho que después de tres días no debemos lamentarnos más.
El período prolongado de luto es sólo para los esposos y esposas. Así que a la viuda se le permite cuatro meses y diez días para expresar su tristeza, mientras que el islam instruye a otros que, incluso si un pariente cercano muere, no debe lamentarse más de tres días.
Amer Safir: Su Santidad, ¿cómo se explica que aparentemente los profetas trataran de aislarse en algunas circunstancias?
Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad: Los profetas realizaban Nawafil (oraciones voluntarias) – y aquí la soledad se refiere a eso. Por la noche rezaban y se sometían a Al-lah. El Santo Profeta Mohammad (sa) le dijo a Hazrat Aisha (ra) que deseaba orar por la noche. Se narra que en una ocasión se despertó durante la noche y vio al Santo Profeta (sa) inclinarse en postración. Hubo otra ocasión en que Hazrat Aisha (ra) se despertó durante la noche y vio que el Santo Profeta (sa) no estaba en su cama. De hecho, había ido a un cementerio y estaba allí, orando en soledad (oración silenciosa).
Ese es el significado, entonces, del aislamiento, es decir, separarse del mundo, desconectarse únicamente por la causa de Dios y absorberse totalmente en Él. Sólo entonces podrás convertirte en uno de los amados de Dios. Esta es la verdadera soledad.
Sin embargo, al mismo tiempo, y a pesar de esto, durante el día los profetas hacían sus tareas diarias, y cumplían con las responsabilidades de sus relaciones mundanas.
Amer Safir: Su Santidad, usted mencionó que el período de luto es de sólo tres días para todos, excepto para las viudas que tienen un período más largo de luto. ¿Cuál es el sentido de sólo tres días de luto? ¿Qué pasa si alguien siente una profunda aflicción debido a la repentina pérdida de, digamos, un niño o similar, y que dure más de tres días?
Su Santidad: El trauma producido por un pérdida y el revés que uno experimenta no simplemente llega a su fin después del período de luto de tres días. La tristeza afecta a la mente y las emociones y tiene un impacto duradero incluso después de que el período de luto haya terminado. Sin embargo, es la expresión externa de esa tristeza lo que debe terminar después de este período de tiempo.
A las viudas, se dice que cuando su marido muere, no deben adornarse con maquillaje ni vestirse bien como lo haría normalmente. Si bien debe usar ropa limpia y mantenerse ordenada, no debe embellecerse demasiado a sí misma. Para otras categorías de mujeres afligidas (por ejemplo, madres, hermanas, hijas), no existen tales restricciones en el maquillaje y el vestido.
La razón subyacente detrás de esto es que nuestro estado físico tiene un impacto en nuestro estado espiritual. Esto no quiere decir que no deba afligirse ya que la angustia no acaba solamente después de este período de luto. Una persona nunca olvidará a aquellos que ha perdido. Una esposa puede superar parte de su dolor en el futuro casándose con un nuevo esposo, pero cuando alguien pierde a su hijo, la pena siempre queda y no desaparece nunca.
Por lo tanto, se nos dice que no prolonguemos un estado de luto externo. Ciertamente, el luto en el corazón es un sentimiento que nunca disminuye. Por esto, uno debe orar por la noche postrándose para expresar el dolor y la agonía a Dios Altísimo y para realizar oraciones que den alivio y consuelo. Sin embargo, en términos de estado físico, debe ser rectificado y purificado. Uno debe mantener la limpieza, bañarse, mantener el decoro y un estado exterior de pureza.
Amer Safir: Su Santidad, ¿por qué son cuatro meses y diez días específicamente para las viudas y no para los maridos?
Su Santidad: Los hombres han sido instruidos para salir y ganar dinero. Son el sostén económico de la familia para su hogar. Si un hombre se quedara en casa ociosamente por un período de tiempo similar de luto (como el que se prescribe para las viudas), entonces su familia y sus hijos acabarían pasando hambre. Es por eso que se les ha instruido que abandonen el hogar y salgan para trabajar, mientras siguen de luto.
Además, aquellas mujeres que dependen de sus propios ingresos, tienen permiso para salir y ganar dinero incluso durante este período, en función de sus circunstancias específicas. En esa situación, se les permite salir a trabajar, pero deben limitar sus actividades al trabajo y regresar a casa inmediatamente después.
Así, se ha establecido la justicia y la equidad y no se ha convertido en un principio fijo, sino que hay cierta flexibilidad basada en la situación de cada individuo. Además, si la viuda está embarazada, el período de tiempo asignado permite que esto se manifieste.
Algunos hombres tienen también impulsos sexuales que son incapaces de sobrellevar, mientras que, por el contrario, las mujeres son menos proclives a ellos. Por lo tanto, a los hombres se les permite casarse de nuevo, ya que en tales casos, es mejor hacerlo antes que tengan que hacer frente a tentaciones que no puedan tolerar.
En una ocasión, un hombre de sesenta y dos años vino a mí diciendo que no podía tolerar sus impulsos, y que quería casarse con una mujer de treinta y cinco años, que se sentía obligado a casarse y mantener a la chica y que la deseaba mucho. Incluso a la edad de sesenta y dos años, estos eran sus sentimientos.
En contraste, una viuda de sesenta y dos años no suele sentir la necesidad de volver a casarse por la misma razón, a menos que carezca del apoyo de sus hijos o quiera compañía. Incluso aquí (en occidente), por lo general las personas mayores normalmente no se vuelven a casar a menos que se enamoren, o por otras razones. Después de cierta edad, las necesidades sexuales cambian y no se desean de la misma manera. La gente aquí incluso recurre a la medicación para esto.
Amer Safir: Su Santidad, ¿cómo se debe reaccionar después de situaciones de trauma extremo y shock?
Su Santidad: اَلَا بِذِکۡرِ اللّٰہِ تَطۡمَئِنُّ الۡقُلُوۡبُ
“¡Ay! En el recuerdo de Al‑lah es en lo que los corazones pueden hallar sosiego” (13:29)
Debemos recurrir a Dios y suplicarle por Su ayuda y apoyo. El islam también nos guía a participar cada vez más en actividades sociales después de tales sucesos. A aquellos que sufren de depresión los psiquiatras también les dicen que salgan y se reúnan con otras personas, que tomen el aire fresco y hagan ejercicio, y que conozcan gente en vez de aislarse.
Amer Safir: Su Santidad, ¿deberíamos recurrir a tomar medicamentos en tales situaciones de sufrimiento psicológico o consultar con psiquiatras? He he oído a algunas personas decir que el islam rechaza esto.
Su Santidad: En momentos de depresión, una persona puede tomar medicamentos. También a veces administro medicamentos homeopáticos a las personas que sufren en este estado. A veces la gente está tan deprimida que ni siquiera puede dormir. A menudo, yo mismo envío a personas que están en tales circunstancias a los psiquiatras.
Sobre el autor: Amer Safir es el redactor jefe y director de la revista ‘Review of Religions’.
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