Por Usama Mubarak, Reino Unido
فَبِاَیِّ اٰلَآءِ رَبِّکُمَا تُکَذِّبَانِ
“¿Cuál, pues, de los favores de vuestro Señor negaréis ambos, ¡Oh! hombres y Yinn?” [1]
Uno de los innumerables favores de Dios es el de la selva amazónica. Es uno de los mayores repositorios de servicios ecológicos para nuestro planeta. Pero, a medida que nos adentramos en el siglo XXI, se hace evidente que los índices de quema de los bosques han empeorado, y el calentamiento global es cada vez más alarmante. Las ramificaciones de la degradación medioambiental siguen deshaciendo poco a poco los avances ecológicos que se han ido desarrollando de forma natural durante millones de años.
El Sagrado Corán: una profecía cumplida
Sin conocimiento previo de los entresijos del funcionamiento de la selva amazónica, algunas personas descartan precipitadamente la idea de que tenga alguna importancia en proporción a la Tierra. De hecho, muchas personas se preguntan por qué la selva amazónica debería preocuparnos. Hace 1.400 años, el Sagrado Corán aludía a nuestros propios vicios inminentes, que ahora vemos cumplidos:
ظَھَرَ الۡفَسَادُ فِی الۡبَرِّ وَالۡبَحۡرِ بِمَا کَسَبَتۡ اَیۡدِی النَّاسِ
“La corrupción ha aparecido en la tierra y en el mar a causa de lo que han forjado las manos de los hombres”[2]
Una de las interpretaciones del versículo anterior del Sagrado Corán es la contaminación ambiental causada por el hombre. No se puede negar que la humanidad en general es responsable del cambio climático y del calentamiento global, ya que se intuye que ha producido grandes volúmenes de dióxido de carbono (CO2) por el uso excesivo de energía, el transporte no ecológico y las emisiones industriales, pero en este caso, más específicamente por la deforestación, los cambios en el uso de la tierra y la quema de combustibles fósiles.
Incendios forestales: ¿De quién es la culpa?
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF siglas en inglés), las investigaciones científicas de las dos últimas décadas han arrojado luz sobre los estrechos vínculos que unen la salud de los bosques tropicales con la del resto del mundo y la vida humana. Ahora bien, suponer que los incendios forestales son causados por la madre naturaleza sería una suposición descabellada según Alberto Setzer, científico del INPE, quien afirma que el 99% de los incendios forestales son resultado de la acción humana, “ya sea a propósito o por accidente”. [3]
Para comprender mejor la magnitud de estas actividades, consideremos lo siguiente: se calcula que la selva amazónica es 23 veces mayor que el Reino Unido, lo que significa que actividades humanas como la agricultura, la minería y la tala son responsables de la deforestación de tres campos de fútbol por minuto. [4]
La ciencia detrás del cambio climático y el calentamiento global
Antes de examinar las consecuencias empíricas del calentamiento global, es importante entender primero cómo contribuye el CO2 al cambio climático. En resumen, el CO2 se encuentra entre los cinco gases principales de efecto invernadero, y tiene la capacidad de absorber el calor emitido por la superficie de nuestro planeta, impidiendo que se escape al espacio, aunque otras veces también regresa a la superficie de la tierra, manteniéndola más caliente de lo que sería de otro modo.
Aunque el CO2 representa menos del 1% de la atmósfera terrestre, las actividades humanas son responsables del 76%[5] de esa cantidad; tal es el impacto de lo que nuestras manos han provocado, hasta el punto de que la humanidad ha aumentado la concentración atmosférica de CO2 en casi un 50% desde que comenzó la Revolución Industrial. [6]
¿Cómo encaja la selva amazónica en la ecuación de las emisiones de CO2 y el calentamiento global?
Esta selva tropical es conocida como “Los pulmones de la Tierra” por una razón. Absorbe dos mil millones de toneladas de CO2 por año, esto la convierte en un medio vital para prevenir y estabilizar el cambio climático. Al día de hoy, la selva amazónica cuenta con una reserva natural 90 a 140 mil millones de toneladas de carbono. Comprender la enormidad de semejante cifra está realmente fuera del alcance de la mayoría de nosotros. [7]
Orientación sobre el cambio climático
El 23 de enero de 2021, el jefe mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía, el Quinto Jalifa, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad(aba) celebró una conferencia virtual con una delegación de Indonesia. Se planteó una pregunta sobre el cambio climático y cómo se puede abordar. Su Santidad, Mirza Masrur Ahmad(aba) respondió con las siguientes palabras:
“El cambio climático es un problema en todas partes, en todo el mundo. Especialmente en los países del tercer mundo, donde la población está aumentando de forma desproporcionada. Solo para acomodar el aumento de la población, las naciones están desarrollando nuevas zonas residenciales y, por ello, se están talando los bosques, esta deforestación es una de las principales causas del cambio climático. Hay que tener en cuenta que cada vez que se corta un árbol, se deben plantar dos a cambio”. [8]
La bendición que se obtiene al plantar un árbol es la de dar sadaqah (caridad). También encontramos que el proceso de reforestación fue mínimo a principios del siglo XX y solo cobró impulso en la década de 1950, cuando las tasas de deforestación se hicieron más peligrosas. El islam aportó hace 1.400 años una solución parcial a un problema que se plantearía en los siglos venideros.
¿Qué ganamos con la selva amazónica?
A menudo, no nos damos cuenta de cuánto dependemos de los recursos del Amazonas para alimentarnos y medicarnos. Además de ser conocida como “los pulmones del planeta”, la selva amazónica también recibe el título de “el mayor botiquín del mundo”. De la selva amazónica se han extraído directamente cientos de medicamentos con receta, desde hierbas medicinales hasta fármacos completos para combatir el cáncer que han sido clasificados como esenciales por la Organización Mundial de la Salud. A pesar de todas las investigaciones que afirman lo beneficiosos que son estos recursos, seguimos ignorando muchos de los que podrían ser recursos potencialmente útiles. Los científicos calculan que han estudiado menos del 5% de las plantas de los bosques tropicales en busca de posibles beneficios medicinales. [9] ¿Quién sabe qué más queda por encontrar? Dios Altísimo afirma en el Sagrado Corán:
وَاِنۡ تَعُدُّوۡا نِعۡمَۃَ اللّٰہِ لَا تُحۡصُوۡھَاۤ
“Pero si intentáis contar los favores de Al´lah, no podréis enumerarlos” [10].
La vida humana en juego
En 2016, cuando solo el 0,2% de la selva amazónica ardió en llamas, liberó 30 millones de toneladas de CO2. [11] En una perspectiva más amplia, John Vidal, Editor de Medio Ambiente de The Guardian, creía que la selva amazónica podría desaparecer por completo en cuestión de 100 años. [12]
Parece que olvidamos que la selva amazónica es el hogar de unos 30 millones de personas y del 30% de las especies del planeta. Todas las especies vivas, incluidas 400 tribus indígenas [13], muchas de las cuales nunca han estado en contacto con la civilización desde hace casi 500 años, dependen totalmente de los servicios de este ecosistema, como lo es la disponibilidad de agua, aire limpio, alimentos y materiales de construcción para el sustento de sus vidas. Por lo tanto, si no cesa la deforestación, no se detiene la tala de árboles, se siguen contaminando los ríos y se restringe su caudal, los habitantes van a sufrir teniendo que arreglárselas con escasas provisiones.
El Santo Profeta (sa) muchas veces hizo hincapié en la preservación de la naturaleza y explicó cómo hacerlo se consideraba beneficioso tanto para los humanos como para los animales. En una ocasión, el Santo Profeta (sa) dijo:
“No hay nadie entre los musulmanes que plante un árbol o siembre semillas, y luego un pájaro, o una persona o un animal coma de él, sin que se considere un regalo caritativo para él”. [14]
La creación de Dios
No solo los amazónicos dependen de las operaciones de la selva amazónica para su subsistencia, sino también el resto del mundo. Incluso si la humanidad en general tratase de replicar un sistema como el de la selva amazónica, no serviría de nada. Se trata de un fenómeno creado por nada menos que Dios Altísimo. Dios dice en el Sagrado Corán:
“¿O, ¿quién creó los cielos y la tierra, y quién os envió agua desde el cielo con la que hacemos que crezcan huertos espléndidos? Vosotros no podríais hacer que sus árboles crecieran. ¿Existe acaso algún dios fuera de Al‑lah?” [15].
El hombre por sí solo nunca podría hacer crecer árboles, y mucho menos cultivar de la nada. Fue Dios Altísimo quien hizo crecer trillones de árboles que, desde entonces, han demostrado ser un elemento de sustento para el mundo. El hombre solo puede participar en este proceso divino, pero no puede iniciarlo sin las provisiones proporcionadas por Dios Altísimo. Dios Altísimo menciona a los animales o fenómenos naturales en 750 versos del Sagrado Corán. Por lo tanto, no podemos, ni siquiera por un minuto, descuidar todo lo que está en el entorno de la selva amazónica, incluyendo las tribus amazónicas, los pueblos indígenas de Brasil, y todo tipo de especies en la selva. No hace falta decir lo que es un hecho: la existencia de la selva amazónica nos concierne.
Dios Altísimo también explica cómo todas las cosas que ha creado, ya sean animadas o inanimadas, tienen que obedecerle, y que todas se someten a las leyes que Él ha fijado para ellas; es decir, no pueden vivir independientemente de Dios ni por un momento. Esto se expone en el siguiente verso:
“¿No has reparado en que todo cuanto hay en los cielos y en la tierra se somete a Al´lah, así como el sol, la luna, las estrellas, las montañas y los árboles, las bestias y muchos humanos?” [16]
Mostrando agradecimiento
Cada creación de Dios Altísimo tiene un propósito en este mundo. La selva amazónica es un símbolo del atributo de Dios de la Gracia y la Misericordia Divina(Rahmaniyyat) – nada más que un puro favor hacia nosotros. El Mesías Prometido(as) aclaró este concepto con las siguientes palabras:
“Rahman significa el que da sin que se le esfuerce y sin que haya que pedírselo, y que da a todo el mundo sin hacer distinción entre el creyente y el no creyente”. [17]
Este fenómeno Suyo, aunque todavía no se ha descubierto del todo, ha sido un medio para conseguir abundantes bendiciones que el hombre ha cosechado sin la aportación de esfuerzos ni oraciones. Al reconocer este favor de Dios, nos corresponde intentar resolver lo que nuestras manos han forjado.
Sobre el autor: Usama Mubarak es estudiante de 6º curso en el Instituto Ahmadia de Teología y Lenguas Modernas del Reino Unido.
NOTAS
1. Sagrado Corán, 55:14.
2.Sagrado Corán, 30:42.
3.https://amazonwatch.org/news/2019/0822-blame-humans-for-starting-the-amazon-fires-environmentalists-say https://www.businessinsider.com/amazon-losing-3-football-fields-worth-of-rainforest-per-minute-2019-8?r=US&IR=T#:~:text=The%20Amazon%20is%20losing%20about,worth%20of%20rainforest%20per%20minute&text=Wildfires%20have%20been%20blazing%20through,to%20data%20from%20Brazilian%20satellites.
4.https://www.nrdc.org/stories/greenhouse-effect-101
5.https://climate.nasa.gov/causes/
6.https://insh.world/science/what-if-we-lost-the-amazon-rainforest/
7.https://www.pressahmadiyya.com/press-releases/2021/01/members-of-waqf-e-nau-from-indonesia-have-honour-of-a-virtual-meeting-with-the-head-of-the-ahmadiyya-muslim-community/
8.https://www.savacations.com/medicinal-plants-amazon-uses-modern-medicine/
9.Sagrado Corán, 16:19.
10.https://www.downtoearth.org.in/news/climate-change/2015-16-el-ni-o-wildfires-in-amazon-led-to-over-30-million-tonnes-of-co2-emission-61847
11.https://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/2017/jan/23/destroying-rainforests-quickly-gone-100-years-deforestation
12.https://www.regnskog.no/en/what-we-do/the-amazon
13.Sahih al-Bukhari – Hadiz No. 2320, Book 41, Hadiz 1.
14.Sagrado Corán, 27:61.
15.Sagrado Coránn, 22:19.
16.Malfuzat Vol. II, p. 135.
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