Por Amatul Shafee Sami, Reino Unido
El concepto de alma es bien conocido por los grupos religiosos. La fe abrahámica y las religiones del Valle del Indo hacen especial énfasis en el alma, una entidad no física que sobrevive después de la muerte del individuo. El concepto del alma es que es la base de la vida después de la muerte y proporciona los principios morales para el desarrollo espiritual. Muchas personas se preguntan si hay alguna prueba científica de la existencia del alma. En este artículo examinaremos el concepto de alma desde una perspectiva científica.
Aunque el concepto de alma ha sido objeto de interés durante siglos, los científicos no han demostrado su existencia, ni el fenómeno es bien comprendido por ellos. Pero, los recientes avances en el campo de la neurociencia y la psicología han animado a los científicos intuitivos a seguir buscando la comprensión del alma.
Robert Lanza, uno de los principales científicos de la medicina neurogenerativa, está de acuerdo en que la vida no termina cuando el cuerpo muere. Lanza sugiere que fenómenos complejos como los sueños, la imaginación y la memoria indican una fuerza vital que existe independientemente del cuerpo. Dice que las investigaciones sugieren que una parte de la mente -el alma- es inmortal y existe fuera del espacio y el tiempo1. Lanza afirma que “el espacio y el tiempo no son objetos o cosas, sino herramientas de nuestro entendimiento animal”. Agrega que llevamos el espacio y el tiempo con nosotros “como tortugas con caparazón”, lo que significa que cuando el caparazón (el espacio y el tiempo) se desprende, seguimos existiendo”2.
Cuando los científicos hablan del alma, hablan de la mente y la conciencia. Está ampliamente aceptado que el cuerpo tiene dos partes, la física (cuerpo) y la mental o psicológica (mente o conciencia). Los científicos comprenden bien el funcionamiento del cuerpo físico, pero el origen y el funcionamiento de la mente aún se están investigando. Se cree que todo lo relacionado con el “alma” puede aprenderse estudiando el funcionamiento del cerebro3. Este dualismo mente-cuerpo sugiere la existencia de un alma. Carl Jung, psiquiatra y psicoanalista de fama mundial, relaciona el concepto de alma con el de inconsciente. Considera que “el alma es de naturaleza divina y, por tanto, inmortal; que hay un poder inherente en ella que construye el cuerpo, sostiene su vida, cura sus enfermedades”4.
Con el desarrollo progresivo de la neurociencia, el concepto de dualismo mente-cuerpo ha recibido mucho interés. Sobre el tema de la neurociencia y el alma, el Dr. Preston escribe que “la mente parece surgir de alguna fuerza más allá de lo físico. El concepto de alma se considera la expresión inexplicable de esta fuerza. Se cree que la investigación en neurociencia puede explicar la existencia del alma. Aunque la neurociencia puede explicar los procesos mentales, no así con precisión cómo la actividad del cerebro crea la experiencia de estos fenómenos mentales. Esta cuestión puede tener algunas implicaciones importantes para la creencia en el alma”5.
Dos científicos de renombre mundial, el psicólogo Dr. Stuart Hameroff y el premio Nobel de Física Sir Roger Penrose, han desarrollado una teoría cuántica de la conciencia. Afirman que nuestras almas están contenidas en unas estructuras llamadas microtúbulos dentro de nuestras células cerebrales. Sostienen que nuestra experiencia de la conciencia es el resultado de los efectos de la gravedad cuántica dentro de estos microtúbulos. En el momento de la muerte, los microtúbulos pierden su estado cuántico, pero la información que contienen no se destruye.
No puede ser destruida; simplemente se distribuye y se disipa en el universo en general. De este modo, el alma existe independientemente del cuerpo físico después de la muerte. Es “posible que esta información cuántica pueda existir fuera del cuerpo indefinidamente, como un alma”6. Sin embargo, esta teoría no ha recibido una aceptación universal por parte de un cuerpo más amplio de científicos y psicólogos, que creen que el concepto de alma no es más que una extrapolación que hacemos basándonos en la dualidad que experimentamos entre cuerpo y conciencia7.
Explicando la limitada, aunque mejor, comprensión del concepto de alma por parte de los científicos, el Cuarto Jalifa, Su Santidad Mirza Tahir Ahmadrh, dijo:
‘En el caso de los seres humanos se utiliza la palabra alma (rooh), y esta se ha desarrollado hasta el punto de tener la capacidad de convertirse en una entidad independiente en sí misma, una forma espiritual que puede vivir después de la separación (del cuerpo).’
¿Cuál es la naturaleza de esa forma? No sabemos mucho al respecto, pero al menos esto es lo que los científicos han descubierto: que los paquetes de energía pueden sobrevivir como paquetes de energía. Antes descartaban la creencia en las almas, pero ahora admiten que lo que han descubierto nos lleva a la posibilidad de que algún tipo de energía humana viva de forma organizada y separada de la existencia física del hombre. Eso ocurrirá en un primer instante. El alma tendrá entonces algún tipo de conciencia”8.
Su Santidad Mirza Tahir Ahmadrh también explica: “Según el islam, es cierto que en el caso de otros animales, cuando el cuerpo muere, la vida termina. En el caso de los humanos, cuando la vida termina el cuerpo muere, no el alma. El alma solo se menciona en relación con los seres humanos y no en relación con los animales… No existe tal sentido de la nobleza o de las acciones malas y sus consecuencias entre el reino animal. Dios ha hecho evolucionar específicamente al hombre hasta tal punto en que sus actos crearían un alma en él, y su paraíso y su infierno nacerían de sus propias acciones”9.
Respondiendo a una pregunta en su reciente entrevista para Review of Religions, el Quinto Jalifa y jefe mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba explicó el concepto de espiritualidad en los humanos y en los animales. Su Santidad dijo:
“A los animales se les han dado instintos relevantes para sus necesidades, y también las acciones que deben realizar. A veces, los animales han recibido sentidos más agudos. Los perros, por ejemplo, tienen un excelente sentido del olfato. Pueden utilizarlo para cazar presas con eficacia y los perros rastreadores se utilizan por este motivo en la detección de narcóticos.
Otros animales poseen otro tipo de atributos y características de acuerdo a sus necesidades … Así pues, Dios ha concedido a los animales instintos para desempeñar sus funciones. A los humanos, sin embargo, les ha dado también intelecto. En términos de una forma externa, todos los animales, incluidos los humanos, han recibido una; sin embargo, a los humanos también se les ha dado la capacidad de adorar y también el intelecto.
Los animales están limitados en su propósito en términos de las funciones que sus cuerpos pueden realizar, mientras que a los humanos, además de su propósito básico, también se les ha dado un propósito adicional, al que se refiere el Sagrado Corán: “Pues solo he creado a los Yinn y a los hombres para que Me adoren”.
Por lo tanto, los humanos y los Yinn tienen un propósito que no se encuentra entre otros animales. (Yinn puede referirse a cualquier cosa que tenga la connotación de oculto, invisibilidad, lejanía o reclusión). Los humanos tienen un propósito más elevado y, por lo tanto, naturalmente el alma encontrará mayor comunicación con Dios como resultado.
El progreso espiritual y el concepto de paraíso e infierno solo se refieren a las almas humanas porque han recibido un propósito en la vida, mientras que los animales tienen una función específica en la vida dentro de la naturaleza y tienen un papel que representan en su vida, y no pueden hacer nada fuera de esa esfera”10.
En conclusión, la existencia del alma ha sido un tema de interés para los científicos durante siglos, pero aún no se ha desarrollado una comprensión clara sobre ésta. Las maravillas de la experiencia humana y la teoría del dualismo mente-cuerpo implican la existencia de un alma.
A la vista de las enseñanzas islámicas, esto no nos sorprende, ya que el fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía y el Mesías de la época, Su Santidad Mirza Ghulam Ahmadas de Qadian, ha explicado bellamente en su libro Chashma-i-Ma’rifat: “Solo el poder y la sabiduría de Dios hacen que el alma exista a partir de alguna materia.
Por esta razón, cuando le preguntaron al Santo Profetaas qué es el alma, Dios le ordenó que respondiera: ‘Y los incrédulos te preguntan sobre la realidad del alma y la forma de su creación; di que el alma ha sido creada por orden de mi Señor. (es decir, que es un misterio del poder divino) y que no tienes ningún conocimiento sobre el alma salvo un poco, ….’”11
Sobre la autora: La Dra. Amatul Shafee Sami es cirujana especializada. Está interesada en la investigación y ha publicado en revistas médicas revisadas por expertos. Forma parte de IBRANet, un grupo nacional de investigación de cirujanos de mama. La Dra. Amatul Shafee Sami es miembro del consejo editorial de The Review of Religions. También es presidenta de la organización auxiliar de mujeres Ahmadíes de la rama de la región de Yorkshire, en el Reino Unido.
Referencias:
1.https://www.psychologytoday.com/us/blog/biocentrism/201112/does-the-soul-exist-evidence-says-yes
2.https://consciousreminder.com/2016/10/26/quantum-theory-proves-consciousness-moves-another-universe-death/
3.https://www.psychologytoday.com/us/blog/biocentrism/201112/does-the-soul-exist-evidence-says-yes 1
4.https://carljungdepthpsychologysite.blog/2020/03/02/carl-jung-quotations-7/
5.https://www.researchgate.net/publication/234133371_Neuroscience_and_the_soul_Competing_explanations_for_the_human_experience
6.https://www.news.com.au/lifestyle/quantum-scientists-offer-proof-soul-exists/news-story/a02f2d9db939472b1a29d758c54e6a8d
7.https://www.zmescience.com/science/science-explains-our-soul/
8.https://www.alislam.org/question-answer/life-after-death/
9.https://www.alislam.org/question-answer/life-after-death/
10.https://www.reviewofreligions.org/29082/launch-of-the-existence-project-a-special-interview-with-the-worldwide-head-of-the-ahmadiyya-muslim-community/
11.Review of religions, November 2004, Vol.99, No.11
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