Por Sarmad Naveed
¿Existe alguna manera de responder con sensatez a la violencia sin sentido?
Cuando se pierden las vidas de mujeres, niños o ancianos inocentes y se destruyen sus hogares; cuando las madres buscan a sus hijos pequeños entre los escombros, o los niños pequeños buscan a sus madres entre los escombros, es seguro que surgirán sentimientos de enemistad hacia los perpetradores.
Pero ¿qué relación, si la hubiera, debería tener esta enemistad con la forma de represalia?
Hoy en día, una pregunta predominante a la luz de la situación actual en Oriente Medio es: “¿cuál sería una respuesta proporcionada?”
La ONU tiene un ‘Principio de proporcionalidad‘ que prohíbe ataques: ‘que se pueda esperar que causen accidentalmente pérdidas de vidas civiles, lesiones a civiles, daños a bienes de carácter civil, o una combinación de ambos, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista’.
Este “principio de proporcionalidad” ciertamente no se sigue en la guerra que actualmente azota el Oriente Medio.
El ataque de Hamás del 7 de octubre contra el pueblo israelí fue abominable y debe ser condenado sin paliativos. Semejantes matanzas, especialmente de no combatientes, contradicen completamente las verdaderas y pacíficas enseñanzas del islam.
Por otro lado, Israel está tomando represalias de una manera totalmente desproporcionada: el número de vidas palestinas inocentes perdidas supera ampliamente el número de vidas israelíes pérdidas (y la cifra no deja de aumentar).
Por eso grupos como Amnistía Internacional están pidiendo a las autoridades israelíes :
‘Poner fin de inmediato a los ataques ilegales y respetar el derecho internacional humanitario; incluso garantizando que tomen todas las precauciones posibles para minimizar los daños a los civiles y a los bienes de carácter civil y absteniéndose de ataques directos contra civiles y bienes de carácter civil, ataques indiscriminados y desproporcionados.»
Un carta abierta de rabinos y cantores norteamericanos dice:
“En todo momento, Israel debe seguir las leyes de los conflictos armados para evitar daños a los civiles. Los crímenes de guerra de Hamás no justifican más crímenes de guerra o castigos colectivos… Pedimos que se ponga fin a la incitación por parte de políticos y figuras públicas israelíes contra ciudadanos palestinos de Israel y organizaciones de derechos humanos de Israel. Instamos a Israel a impedir nuevos ataques de venganza por parte de los colonos contra los palestinos en Cisjordania y a abstenerse de utilizar la guerra con Hamás como excusa para ampliar los asentamientos y la ocupación”.
La pregunta sigue siendo: ¿cómo se puede lograr en la práctica una respuesta proporcionada?
El islam, al ser una religión universal, presenta el enfoque maravillosamente equilibrado en que la represalia por un daño debería, como máximo, equivaler a la ofensa inicial, pero sería mejor trabajar por la reconciliación.
El Quinto Jalifa y Líder Mundial de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Su Santidad, Hazrat Mirza Masrur Ahmadaba afirma:
“El islam enseña que cuando se requiere retribución, ésta debe ser proporcional al acto de transgresión. Sin embargo, si el perdón puede conducir a la reforma, entonces se debe tomar la opción de perdonar.Los objetivos verdaderos y generales siempre deben ser la reforma, la reconciliación y el desarrollo de una paz duradera.
Sin embargo, ¿qué está pasando en realidad hoy? Si alguien comete un mal o una injusticia, entonces la víctima busca vengarse de una manera completamente desproporcionada e infligiendo al otro mucho más mal que la injusticia original cometida”.[1]
El islam no sólo enseña proporcionalidad en tales asuntos, sino que también enseña cómo evitar la desproporcionalidad:
“No dejéis que la enemistad de un pueblo os incite a actuar de otra manera que no sea con justicia. Sed siempre justos, eso está más cerca de la rectitud.” (El Sagrado Corán, 5:9)
La justicia es el punto focal, la fuerza central para lograr una respuesta proporcionada. ¿Y qué implica la justicia? Su Santidadaba explica:
‘El islam enseña justicia absoluta e igualdad en todos los asuntos y por eso encontramos otra directriz muy crucial en el Capítulo 5, Versículo 3 del Sagrado Corán. En este versículo se afirma que para cumplir plenamente con los requisitos de la justicia, es necesario tratar con justicia y equidad incluso a aquellas personas que van más allá de todos los límites en su odio y enemistad.
Pensemos en los inicios del islam, una época en la que los musulmanes, incluso el Santo Profeta Muhammadsa, eran perseguidos todos los días por los habitantes de La Meca. Pero cuando Dios dio permiso a los musulmanes para tomar las armas en defensa propia y proteger la libertad religiosa, no lucharon ni mataron a la mujer que intentó envenenarlo, a los niños que arrojaron piedras al Santo Profetasa haciendo que sus zapatos se llenaran de sangre, o cualquier otra persona que brutalizara activamente a los musulmanes; no, sólo lucharon contra el ejército de La Meca. Es más, cuando estas mismas personas buscaron el perdón, se les concedió.
Su Santidadaba explica:
“En los primeros tiempos del islam, las condiciones eran tan graves que Al’lah Todopoderoso permitió a los musulmanes defenderse para sostener y defender el principio de la libertad religiosa universal. Incluso entonces, el islam estableció reglas estrictas de enfrentamiento, según las cuales cualquier respuesta contundente debía ser proporcional a la crueldad infligida y debía aprovecharse toda oportunidad posible para la paz, sin importar cuán remota fuera la oportunidad.
Así es como se ve una respuesta proporcionada.
Su Santidadaba expresa de forma muy simple:
“Si se justifica una guerra, entonces puede librarse entre ejércitos, no con mujeres, niños e inocentes”.
Este principio islámico es algo que ahora, a la luz de las actuales circunstancias que prevalecen entre Israel y Palestina, está teniendo eco en los medios occidentales. Su Santidadaba destaca:
“Ahora, algunos periodistas en Occidente, o incluso en Estados Unidos, han escrito en sus periódicos que debería haber un límite a la venganza”.
Este es sin duda el caso, ya que incluso publicaciones de renombre como El economista han publicado titulares como,“Israel necesita reprimir represalias irracionales”, o Noticias NBC en los EE.UU. que publicó, ‘Funcionarios estadounidenses advierten en privado a Israel que muestre moderación al tomar represalias contra Hamás‘. Citando al Viceprimer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Micheál Martin, la BBC publicó un artículo titulado “Los ataques israelíes contra Gaza son “desproporcionados”: Martin‘.
Entonces, la respuesta a la cuestión de la proporcionalidad es una respuesta arraigada en la justicia y la preservación de vidas inocentes.
Sobre el Autor:Sarmad Naveed es un imán de la comunidad musulmana Ahmadía que se graduó en el Instituto Ahmadía de Lenguas y Teología de Canadá. El sirve como editor en línea y forma parte del consejo editorial de The Review of Religions, y también coordina la sección Hechos de la ficción. También ha aparecido como panelista y presentador de programas en la Televisión Musulmana Ahmadía (MTA) como ‘Ahmadiyyat: Roots to Branches’.
NOTAS FINALES
[1] La crisis mundial y el camino hacia la paz, pag. 109
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