Por Abdusalam Stedman, España
Racismo en el mundo de hoy
En los últimos meses, los principales medios de comunicación han dedicado mucha atención a los problemas del racismo en Estados Unidos. Millones de personas han visto imágenes del asesinato de George Floyd a manos de policías blancos. Pocos de los que han visto estas imágenes se habrán quedado indiferentes. Es evidente que la brutalidad de los agentes implicados fue motivada por sus actitudes racistas. Este terrible incidente ha puesto de relieve los problemas causados por el racismo en la sociedad estadounidense. Aquellos que tienen la suerte de no sufrir la injusticia del racismo por sí mismos, pueden hacerse una idea de cuán profundamente el problema sigue implantado en la sociedad estadounidense mediante un breve resumen de la situación en las cárceles estadounidenses. Estados Unidos encarcela a más personas per cápita que cualquier otro país del mundo. Con menos del 5% de la población mundial, Estados Unidos encarcela a más del 25% de todas las personas encarceladas en el mundo.
Hay más de 2,3 millones de presos en las cárceles federales, estatales y locales de los EE. UU. Más del 60% de los presos de los EE. UU. son personas de color que en 2017 representaban menos del 13% de la población total.
Ahora hay más hombres afroamericanos en prisión, en libertad condicional que los esclavizados en 1.850, antes de que comenzara la Guerra Civil, según la profesora de derecho Michelle Alexander en el libro “The New Jim Crow: Mass Incarceration in the Age of Colorblindness”.
En la actualidad, 1 de cada 100 adultos en los Estados Unidos vive tras las rejas. En las principales áreas urbanas, la mitad de los hombres Afro Americanos tienen antecedentes penales. Esto significa discriminación legalizada de por vida en préstamos estudiantiles, ayudas económicas, acceso a vivienda pública, hipotecas, derecho al voto y, por supuesto, la posibilidad de ser contratado para un trabajo.1
Tal es la profundidad del problema en Estados Unidos. Pero lamentablemente el racismo es un problema que afecta a la mayoría de los países de Centro y Sudamérica. En América del Norte, los colonos europeos pronto se establecieron como la élite gobernante y desarrollaron leyes y políticas para proteger su posición dominante. Lo mismo sucedió en toda América. Hoy en Argentina existe un prejuicio generalizado contra todos los inmigrantes. Las poblaciones indígenas de Chile, Guatemala, El Salvador, México, Colombia, Bolivia y muchas otras sufren de racismo al igual que los afroamericanos y, en cierta medida, los ‘hispanos’ en los Estados Unidos. Podemos citar un ejemplo reciente de Brasil. Según Leonardo Sakamoto en un artículo del New International.2
João Pedro Matos Pinto era un niño negro de 14 años. El 18 de mayo, estaba jugando con sus primos cuando la policía invadió la casa de São Gonçalo, estado de Río de Janeiro. Fue asesinado por un disparo de rifle que le atravesó el cuerpo desde el estómago hasta el hombro. La policía afirmó que estaban persiguiendo sospechosos, pero su familia dice que la historia es falsa. Los líderes comunitarios contaron 72 agujeros de bala en la casa. El padre de João dijo que solo sacaba buenas notas en la escuela.
João Pedro es uno de los muchos George Floyds brasileños.
Los negros representan el 55 por ciento de la población del país, pero más del 75 por ciento de los muertos en operaciones policiales entre 2017 y 2018, según el Anuario 2019 del Foro Brasileño de Seguridad Pública. Los blancos representan alrededor del 44 por ciento de la población, pero representan menos de una cuarta parte de las víctimas de homicidios policiales. En Río de Janeiro, los jóvenes negros de 21 años tienen un 147% más de probabilidades de ser asesinados por la policía que el resto de la población.”
Según el escritor y académico Colombiano Jesús Karabali3 “Colombia tiene una de las estructuras racistas más fuertes y consolidadas del planeta, estoy hablando de 210 años de una estructura de administración pública basada en el color de piel. (Colombia fue fundada el 20 de julio de 1810). Las élites españolas implantaron dicha estructura, la cual sigue vigente en las instituciones del Estado; sistema educativo, sistema de sanidad, ejército, policía, etc.”
Cuando el Islamse estableció entre las tribus de la Península Arábiga en el siglo VII, tuvo que superar dos problemas que habrían dejado a la nueva comunidad musulmana desesperadamente dividida si no se hubieran resuelto. En primer lugar, el de la división tribal y el constante y crónico conflicto que esto generó y, en segundo lugar, la esclavitud, que era completamente endémica no solo en la Península Arábiga sino en toda la región del Medio Oriente. Ciertamente, el nivel de unidad y cohesión social requerido para establecer un imperio islámico desde China hasta España nunca podría haberse alcanzado de no ser así.
El resto de este artículo propone explicar cómo, durante el período temprano de la historia islámica, los árabes adoptaron las enseñanzas del el islam de tal manera que sus actitudes e ideas cambiaron fundamentalmente. No fue solo que se establecieron nuevas leyes y reglamentos, sino que, debido a que formaban parte integral de una nueva religión, se convirtieron en parte de una nueva mentalidad sin la cual no se podrían haber aplicado con ningún efecto.
La esclavitud como institución terminó finalmente en los Estados Unidos en diciembre de 1865. En Sudáfrica, el apartheid se convirtió en una cosa del pasado en 1994. Pero en ningún caso este cambio en la ley puso fin a los problemas que estos sistemas habían creado. Aunque los esclavos se volvieron legalmente libres después de la abolición en los Estados Unidos, en realidad no obtuvieron mucha libertad. En muchos estados se aprobaron leyes (Jim Crow) que tuvieron el efecto de evitar que los ex esclavos tuvieran acceso a la educación o una vivienda digna y limitarlos a los trabajos más serviles y mal remunerados. Por lo tanto, se les negó cualquier posibilidad de integrarse en la sociedad y se convirtieron en una clase baja empobrecida, odiada y vilipendiada especialmente por los blancos pobres. En Sudáfrica, la nueva élite gobernante negra ha dedicado más esfuerzos a consolidar su poder y explotar los privilegios que esto les ha brindado, que a hacer esfuerzos efectivos para rectificar las divisiones crónicas y la desigualdad en la sociedad sudafricana. Un resultado inquietante de este fracaso es el surgimiento de figuras políticas como Julius Malema, líder de un nuevo partido político llamado Economic Freedom Fighters. Es un partido radical de extrema izquierda que aboga por la confiscación de tierras a los terratenientes blancos y su redistribución entre los africanos nativos. El partido ha sido acusado de fomentar abiertamente actitudes racistas contra indios y blancos. Existe la sospecha de que la terrible tasa de criminalidad violenta que actualmente azota Sudáfrica, está motivada en cierta medida por el racismo contra los blancos. En 2011 Julius Malema fue condenado por cantar la canción “Shoot the Boer” (mata el Boer). Nada de esto sería particularmente interesante si se tratara de algún pequeño partido marginal, pero la verdad es que el EFF es ahora el tercer partido político más grande en ambas cámaras del parlamento sudafricano.
La vision del islam sobre la condición humana
El Santo Corán destaca la importancia de la unidad no sólo para los musulmanes sino para toda la humanidad:
“¡Oh, hombres! temed a vuestro Señor quien os creó de un solo ser, del cual creó a su pareja, y de los dos hizo descender a muchos hombres mujeres; y temed a Al’lah, en cuyo nombre recurrís unos a otros, y temedle particularmente respetando los lazos del parentesco. En verdad, Al’lah os observa.”4
Nadie es superior a los demás. Además, debemos entender la unidad esencial del hombre. La separación entre seres humanos en esta vida es, en cierto modo, un espejismo. La realidad subyacente es que todos estamos unidos por la consciencia universal y todos estamos conectados como si fuésemos partes de un solo cuerpo, hojas del mismo árbol. Despreciar y maltratar a otra persona por el color de su piel no tiene más sentido que maltratar una parte de nuestro propio cuerpo.
Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba, el líder espiritual de la Comunidad Musulmana Ahmadía dijo en una ocasión:
“Además, Dios Altísimo nombró directamente al Profeta Muhammadsa como la persona que garantiza la paz y la seguridad, otorgándole el título “Misericordia para la Humanidad” sin hacer distinciones. Por lo tanto, no corresponde a ningún ser humano intentar crear diferencias artificiales entre grupos humanos. Más importante aún, el islam enseña que Dios, que es el Señor de Todos los Mundos, el Creador y Sustentor de todo que existe en el universo, el Señor de todas los seguidores de todas los religiones […] De hecho Dios proporciona, incluso a los que no creen en Él, lo que necesitan y les concede la paz.”5
“Desde el comienzo, las enseñanzas del Islambuscan unir a la humanidad, más que crear divisiones entre personas de diferentes comunidades. De hecho, el primer capítulo del Sagrado Corán, que los musulmanes creen ser la palabra de Dios revelada al Fundador del islam(la paz sea con Él), establece que Dios Altísimo es el ‘Señor de todos los mundos’. Por definición, Dios Altísimo no solo es el Dios de los musulmanes, sino también el Dios de los cristianos, judíos y la gente de todas las fes y, de hecho, también de las personas que carecen de fe y tampoco creen en Su existencia. Así, Dios es el mayor Proveedor y Sostenedor para toda la humanidad y Él ha rociado Su gracia y misericordia sobre todas las personas, independientemente de su linaje, credo o color.”6
Además, el Sagrado Corán nos instruye que ningún grupo de personas ha sido excluido del desarrollo espiritual. Por lo tanto, el Corán dice:
“Hay un Mensajero para cada pueblo. Por ello, cuando llega su Mensajero, se juzga entre ellos con equidad, y no son perjudicados.”7
Este versículo deja claro que todas las personas de todos los tiempos han recibido el mensaje de Dios y, por lo tanto, ningún grupo puede afirmar estar más cerca de Dios que ningún otro sobre la base de sus creencias religiosas. Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba, actual líder supremo de la Comunidad Musulmana Ahmadía declara:
“Los que afirman que los blancos son más inteligentes y poseen habilidades superiores están totalmente equivocados. Dios Altísimo ha conferido habilidades y bendiciones a todos los pueblos del mundo. Dejando a un lado la gente mundana que se consideran superiores en ciertos aspectos a otras, ninguna otra religión ha abogado con tanta claridad como el islam por la igualdad entre todos los seres humanos. Solo el islam enseña que Dios Altísimo en términos espirituales ha dispensado un trato igualitario a la humanidad mandando a cada nación Su profeta. Todos los profetas han traído el mismo mensaje de Dios Altísimo y no hay diferencias entre ellos.”8
En su discurso histórico ante el Parlamento Europeo el 28 de febrero del 2013, Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba, el Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía reiteró el principio sagrado islámico para conseguir la paz. Dijo:
“No debemos tolerar que se cometan injusticias contra los demás, ni que los derechos de los otros sean usurpados. De la misma manera que no aceptaríamos que otros usurparan nuestros propios derechos, tampoco debemos aceptar esto para otros.”
Dios dice en el Sagrado Corán:
“¡Oh vosotros, los que creéis! sed estrictos en la observancia de la justicia, actuando de testigos por la causa de Al’lah, aunque sea contra vosotros mismos, vuestros padres y familiares. Sea rico o pobre, Al’lah está más atento a ambos que vosotros. No sigáis pues los bajos deseos para que podáis actuar con equidad. Y si ocultáis la verdad o la eludís, recordad que Al’lah conoce muy bien todo lo que hacéis.”10
Lo que está patente en este versículo es que debemos desear para los demás lo que queremos para nosotros mismos. Todo el mundo desea un trato justo, por lo tanto, tenemos la obligación moral de tratar a los demás con la misma justicia que esperamos para nosotros mismos. Nadie desea ser blanco de burlas, desprecio y odio y menos cuando es por su raza, su clase social o la tez de su piel. Dispensar este trato a los demás es por definición injusto. A pesar de haber hecho progresos notables en el campo de las relaciones raciales a lo largo de los últimos 50 años, el racismo sigue siendo un problema profundamente arraigado en la sociedad. En 2017, Su Santidad, Mirza Masrur Ahmad abacomentó:
“Aquellos que piensan que Dios les ha hecho superior a todos los demás y que ni siquiera forman parte de la creación de Dios, o que Dios ha creado (estas otras religiones) y luego las ha rechazado y descartado, son, en realidad, los que están con sus ideas de superioridad fomentando el desorden en el mundo de hoy en día. Recientemente un político estadounidense que es amigo íntimo del presidente dijo en una entrevista televisada que la raza blanca es la más importante y superior a todas las demás razas en el mundo y que ellos tienen el derecho de gobernar y hacer lo que les plazca. Afirmó que los africanos y afroamericanos eran de razas inferiores. De hecho, fue aún más lejos y dijo que por el color de su piel, ellos no podían alcanzar el mismo nivel intelectual que los blancos. En otras palabras, fue tan descarado, que se puso a sí mismo al mismo nivel que Dios Altísimo. Los que se dedican a difamar el Islamdeberían preguntarse si afirmaciones de este tipo podrían establecer la paz. Estas afirmaciones revelan lo que está en los corazones de esta gente. Aunque hablan elocuentemente de la justicia, la paz y la armonía, al mismo tiempo tratan de promover sus propios objetivos y ejecutar sus planes […].”11
El Profeta del islam, Muhammadsa en su “Sermón de la Despedida” en el año 632 d.C. pronunció un explicita y tajante condena al racismo:
“¡Oh hombres!, Escuchad y recordad lo que os digo: Todos los musulmanes son como hermanos entre sí. Todos vosotros sois iguales. Todo hombre, cualquiera sea la nación o tribu a la que pertenezca, y cualquiera que sea la posición que mantenga en su vida, es igual a los demás. (Elevando sus manos, y uniendo los dedos de una mano con los de la otra, añadió): De igual manera que los dedos de las dos manos son iguales, así son iguales los seres humanos. Nadie posee ningún derecho ni superioridad que reclamar ante otro. Sois como hermanos. Oh seres humanos, vuestro Dios es Único y vuestro origen es único. Un árabe no es superior a un no-árabe, ni tiene superioridad un no-árabe sobre un árabe. El hombre blanco no es superior de ninguna forma al hombre negro, ni el hombre negro es mejor que el blanco, salvo en la medida en que ambos cumplan su responsabilidad ante Dios y el hombre. El más honorable entre vosotros a los ojos de Dios es el más piadoso […]”12
Un ejemplo famoso de cómo se aplicó esta filosofía en la vida del Santo Profetasa se puede encontrar en la figura de Bilalra. El padre de Bilalra era árabe y su madre era de Abisinia. Eran esclavos. Bilalra fue uno de los primeros en declarar su lealtad al Santo Profetasa y aceptar el islam. Pero como esclavo negro cuyo amo era muy cruel, sufrió terriblemente por su fe. Fue torturado sin piedad, pero se negó a retractarse de su fe. Después de sufrir graves y prolongados abusos que le pusieron al borde de la muerte, Abu Bakrra, que no pudo soportar más tanta crueldad, le compró, le ayudó a recuperarse y le dio un trabajo en su hogar. Unos años más tarde el Santo Profetasa le otorgó el honor de ser quien hacía la llamada a la oración desde la mezquita del Profetasa cinco veces al día con su voz poderosa y melodiosa.
Bilalra hablaba el árabe con cierto acento. Se dice que cuando pronunció la frase “asha hadu” (yo atestiguo) solía saltar el sonido de la letra “h”. Algunos habitantes de Medina se mofaron de él por este motivo. Pero el Santo Profetasa les llamó la atención, diciendo que Bilalra era muy querido por Dios por su valentía y la fuerza de su fe. Esta historia es un recuerdo permanente a cualquier árabe que comete el error de considerarse mejor musulmán por el mero hecho de ser árabe y tener el árabe como idioma nativo.13
Después de muchos años de persecución, sacrificio y lucha para defenderse contra un enemigo cuyo objetivo declarado era matar o esclavizar a todos ellos, los musulmanes bajo el liderazgo del Santo Profetasa entraron victoriosos en La Meca. Aquel día ocurrió otro incidente significativo. Un musulmán fiel, de origen persa, y compañero del Santo Profetasa cuyo nombre era Salmanra, participó en el desfile, pero como todos los demás se han alineado según su tribu, él no tenía donde ponerse. El Santo Profetasa le dijo que debería preocuparse. Debería colocarse bajo su bandera porque ya era miembro de su propia familia.
El mismo día en que los de La Meca, que durante años habían sido acérrimos enemigos de los musulmanes, finalmente aceptaron la derrota y permitieron a los musulmanes entrar en su ciudad, todavía no estaba claro si el acontecimiento sería completamente pacífico. Por lo tanto, el Santo Profetasa ordenó que aquellos habitantes de La Meca que quisieran dejar en claro que habían aceptado el tratado y estaban dispuestos a someterse al acuerdo, acudieran bajo la bandera que portaba Bilalra. Este gesto llevó un mensaje poderoso. Significaba que un hombre que había sido considerado como el más bajo de los bajos, un esclavo despreciable, ahora no solo era elevado al rango de jefe más alto, sino que era el designado para garantizar su seguridad. Los honores otorgados a Bilalra no terminaron aquí. Uno de los primeros deseos de los musulmanes que entraron a La Meca ese día fue ofrecer sus oraciones ante la Kaaba, el pequeño edificio rectangular que se dice que fue levantado originalmente por Abrahamas como el primer templo al Dios Único y permanece hasta el día de hoy como el marcador de la dirección en la que todos los musulmanes rezan. Incluso en tiempos paganos, había sido venerado como un lugar sagrado, un destino para los peregrinos de toda la península arábiga. Ahora el Santo Profetasa ordenó a Bilalra que subiera a lo alto del edificio e hiciera la llamada a la oración.13
El hecho de que alguien de La Meca exclamara que se alegraba de que su padre no estuviera vivo al ver a un ex esclavo en la Kaaba, nos dice algo de la conmoción que esto habría causado a muchos de los presentes. Una vez más, hubo un mensaje poderoso. Los verdaderos hombres de honor en la nueva sociedad no serían los jefes testarudos, dueños de muchos camellos y esclavos, sino aquellos que lo han sacrificado todo para establecer una nueva forma de paz, unidad y justicia para todos. Al mismo tiempo, el honor y el prestigio ganado por Bilalra habrían hecho mucho para curar las cicatrices psicológicas de las torturas que había sufrido, pero lo más importante de todo fue que sentó un precedente por el cual se hizo justicia no tomando venganza violenta contra la clase propietaria de esclavos. Sino afianzando a los liberados un puesto digno y honorable en la nueva sociedad.
El siguiente hadiz nos proporciona un ejemplo de la importancia que el Santo Profetasa dio a este tema.
“Aiz bin Amr cuenta que un día Salmanra, Suhaibra y Bilalra y algunos otros esclavos emancipados estaban sentados juntos cuando Abu Sufianra, quien aunque más tarde abrazó el islam todavía era en ese momento un enemigo acérrimo de la fe, se cruzó con ellos. . Al verlo, se dijeron unos a otros: “Este enemigo de Dios ha escapado de la espada de Dios”. Al escuchar esto, Abu Bakrra los reprendió diciendo: “¿Diríais esas palabras con respecto a un jefe de los Qureish?” Cuando Abu Bakrra más tarde relató este incidente al Santo Profetasa, él dijo: ‘Tal vez les has ofendido. Si esto es así, entonces sepa que su disgusto significa el disgusto de Dios. Abu Bakrra se dirigió inmediatamente a Bilalra y sus amigos y les dijo: “Si he ofendido a ustedes, hermanos, perdónenme”. Ellos respondieron: ‘No hermano, no estamos disgustados contigo. Por favor, no te preocupes’ ”.
Otro relato demuestra que Umar Al Khattabra, el segundo sucesor del Santo Profetasa, no tomaba menos en serio la necesidad de reconocer los individuos humildes que fueron los primeros en hacerse seguidores leales del Santo Profetasa, y aguantar años de sacrificio y privaciones. Un día, Hazrat Umarra, celebró una reunión en una gran sala. Los primeros en llegar fueron los jefes de La Meca y otras figuras importantes de familias nobles que inspiraban un enorme respeto y fueron tratados con deferencia por todos. Se sentaron al frente, delante de Hazrat Umarra. Pero empezó a llegar más gente y algunos de ellos eran antiguos esclavos que habían sido compañeros del Santo Profetasa desde el principio y habían hecho años de sacrificios por la causa del islam. Umarra indicó que deberían pasar al frente y sentarse cerca de él. A medida que llegaban más de estos hombres, los jefes fueron empujados poco a poco hacia la puerta hasta que finalmente no hubo espacio para ellos y tuvieron que salir. Aunque estos hombres habían sido, en algún momento, los oponentes de los musulmanes y amos de los antiguos esclavos que los habían desplazado, ya habían asimilado completamente la nueva religión. Cabizbajos, consultaron a Hazrat Umarra sobre cómo podrían lograr el perdón de Dios por sus anteriores crueldades y recuperar su estatus. Umarra se sintió abrumado por la emoción y solo pudo señalar la dirección en la que los musulmanes estaban luchando para proteger as islam de sus todavía poderosos enemigos.
La historia relata que estos hombres entendieron lo que se les exigía y tal fue su sinceridad, que se unieron con el ejercito musulmán y pocos regresaron con vida.
El fallecimiento del Santo Profetasa afectó tan profundamente a Bilalra que no pudo encontrar el ánimo de seguir con el azan y su voz dejó de sonar del minarete de la mezquita del Profetasa. Solo en una ocasión la gente le convenció de hacer la llamada a la oración una vez más. En el momento en que la gente oyó su voz, todos sintieron de nuevo la pérdida de su querido Profetasa y todos se echaron a llorar. Así, este hombre ex esclavo, de madre árabe, de padre africano, se convirtió en uno de los hombres más honrados en la historia del islam.
El islam es la única religión que proporciona enseñanzas tan detalladas sobre la unidad esencial de la raza humana y que condena explícitamente toda clase de racismo como algo profundamente injusto y dañino por la sociedad. Lo que, es más, de un estudio de la temprana historia del islam, se puede extraer lecciones de como la utópica teoría puede convertirse en una realidad social. El islam, como todas las religiones, insta a los fieles siempre esforzarse en tratar bien, no solo a las personas cercanas, sino a todos los demás y nunca desafiar aquello que es justo.
Referencias:
1. Wamsley, Dillon, Racism and America’s Prison Economy: Carceral Capitalism and Anti-Capitalist Politics, https://www.globalresearch.ca/racism-and-americas-prison-economy-carceral-capitalis
2. Sakamoto, Leonardo, IN TIMES OF COVID-19, BLACK PEOPLE DIE TWICE IN BRAZIL, https://newint.org/features/2020/08/11/view-brazil
3. Karabali, Jesús, Se incrementan las masacres en Colombia: la población negra como objetivo militar,
Se incrementan las masacres en Colombia: la población negra como objetivo militarm-and-anti-capitalist-politics/5654049
4. El Sagrado Corán (4:2)
5. Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba, “The Hunt to Capture the Real Islam, julio 29, 2017, https://www.reviewofreligions.org/13434/the-hunt-to-capture-the-real-Islam/
6. Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba, El islam proclama que todas las personas nacen iguales, https://www.ahmadiyya-Islam.org/es/articulos/el-Islam-proclama-que-todas-las-personas-nacen-iguales/
7. El Sagrado Corán (10:48)
8. Su Santidad, Mirza Masrur Ahmadaba, “The Hunt to Capture the Real Islam, julio 29, 2017, https://www.reviewofreligions.org/13434/the-hunt-to-capture-the-real-Islam/
9. El Sagrado Corán (49:14)
10. El Sagrado Corán (4:136)
11. Karabali, Jesús, Se incrementan las masacres en Colombia: la población negra como objetivo militar,
Se incrementan las masacres en Colombia: la población negra como objetivo militarm-and-anti-capitalist-politics/5654049
12. The Last Sermon of the Prophet Muhammadsa , https://hadithoftheday.com/the-last-sermon/
13. Lajna Imaillah Karachi, Sayyedna Bilal, https://www.alIslam.org/book/sayyedna-bilal/
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