Por Hazrat Mirza Masrur Ahmad, Califa de la Comunidad Musulmana Ahmadía
Mubarak Mosque
Sheephatch Lane
Tilford, Surrey
GUlO 2AQ
United Kingdom
Su excelencia, presidente Nana Addo Dankwa Akufo-Addo,
Presidente de la República de Ghana,
Oficina del presidente
Jubilee House
GP Digital Address GA-000-288
Accra, Ghana
26 de junio de 2020
Estimado presidente,
En primer lugar, deseo ofrecer mis más profundas condolencias a usted, a su gobierno y al pueblo de su nación por la pérdida de vidas y el sufrimiento causado por la actual pandemia en su país. Además, rezo para que el número de muertes y daños sufridos siga siendo lo más bajo posible y que Ghana quede pronto completamente liberada del COVID-19.
Cuando examinamos el impacto financiero del coronavirus, es claramente evidente que está causando un inmenso daño a las economías de todo el mundo, incluidas las de los países más poderosos de la tierra. La historia nos dice que lo peor de la humanidad se observa a menudo cuando las economías se derrumban y la riqueza y el poder de un país se ven amenazados. A menudo el egoísmo y la codicia prevalecen sobre la justicia y la equidad, y las naciones tratan de usurpar los derechos de otros países para salvarse a sí mismos y, al hacerlo, las potencias económicas frecuentemente inician guerras devastadoras y conflictos sangrientos.
Durante generaciones, la riqueza y los recursos de África fueron cruelmente saqueados y explotados por sus amos coloniales. Sin embargo, incluso después de la independencia, no puede decirse que los países africanos obtuvieran plena libertad, sino que la independencia se concedió de tal manera que las naciones africanas siguieron siendo en cierto modo dependientes y quedaron a merced de las grandes potencias. En consecuencia, los países ricos y poderosos siguieron explotando y beneficiándose de los recursos de África mucho después de su supuesta liberación. Ahora, a medida que sus economías se tambalean y se enfrentan a niveles de deuda antes inimaginables, es muy posible que vuelvan a mirar hacia las naciones africanas y renueven sus esfuerzos por explotar los recursos naturales de África en su propio beneficio.
Como he mencionado, una mirada a la historia deja claro que las guerras suelen estar provocadas por presiones económicas y frustraciones, ya que las naciones tratan de satisfacer injustamente sus propios intereses mediante la guerra y la violencia. Si, y cuando, estalle una Tercera Guerra Mundial, no se puede suponer que África no se verá arrastrada al conflicto porque el mundo moderno ha llegado a parecerse a una aldea global en la que cada nación y continente está ahora más conectado que nunca.
Por lo tanto, es mi más sincera oración que Dios Altísimo proteja a Ghana de cualquier guerra o conflicto futuro, y que salve a su nación de volver a ser explotada por fuerzas externas. Más bien rezo para que Ghana pueda siempre florecer y permanecer en paz.
Además, le pido sinceramente que, para mantener a su nación segura y próspera se esfuerce continuamente por servir a su pueblo y elevar la posición de Ghana en el mundo para que siga siendo inmune a las injusticias y a los esfuerzos nefastos de otros. Para esto, todas las personas dentro de su país deben permanecer unidas. A través de la unidad está la fuerza, y sólo estando unida su nación podrá levantarse, ser verdaderamente independiente, y competir con el resto del mundo.
Ciertamente, si el pueblo de Ghana y su gobierno cumplen con sus responsabilidades con honestidad y sinceridad, y cumplen con los derechos de su Creador y los derechos mutuos defendiendo siempre el principio de la justicia absoluta, creo firmemente que tiene la capacidad de convertirse en uno de los países más desarrollados del mundo. De hecho, ustedes y las demás naciones africanas juntas, tienen el potencial de liderar el mundo.
Habiendo vivido en Ghana durante varios años, tengo una afinidad especial y un vínculo emocional con la gente de su nación, por lo que rezo sinceramente para que los ghaneses dejen de lado todas las diferencias tribales, religiosas y sectarias en aras del bien común y que se traten unos a otros con amor y consideración y cumplan con los derechos de Dios Altísimo para que su nación permanezca siempre en la sombra protectora de Su Gracia y Misericordia.
Con los mejores deseos y oraciones,
Atentamente,
MIRZA MASRUR AHMAD
Quinto Jalifa del Mesías Prometido
LÍDER DE LA COMUNIDAD MUSULMANA AHMADÍA INTERNACIONAL
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