Hace dos días, el socialista Antonio Miguel Carmona, dio un discurso en una de las conferencias islámicas más importantes de Europa, celebrada por la Comunidad Musulmana Ahmadía en Reino Unido. Donde defendió el pasado musulmán de la península ibérica, y las similitudes entre las diferentes creencias, todo ello en el idioma urdu, lengua hablada en la India de donde nació el fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía en 1835.
Antonio Miguel Carmona: “Distinguidos amigos de la Comunidad Musulmana Ahmadía que la paz y las bendiciones de Dios sean con todos ustedes.
Venimos a abrir la puerta de nuestro corazón a todos ustedes, el futuro es un horizonte cuyo camino es la paz.
Nada sin ella. Amar es el único lugar donde queremos encontrarnos. Mi nombre es Antonio Miguel Carmona y les hablo en nombre de la delegación española a esta maravillosa convención donde los corazones abiertos se vuelven mansos y la inteligencia del mundo alcanza su mayor esplendor. La Península Ibérica, España, estuvo ocupada durante siete siglos por musulmanes, árabes y bereberes. Al Ándalus emanaba luz a toda la civilización.
Córdoba era la capital del mundo y la capital del universo.
La escuela de traductores de Toledo o los más bellos edificios de nuestro país:
La Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada.
En mi ciudad, Madrid, conocimos al misionero de la Comunidad Ahmadía, Karam Ilahi Zafar.
Vendía perfumes por las calles de Madrid y sembró en nosotros el aroma de la paz en nuestros corazones.
Déjenme que les tienda mi mano, para vivir y morir con ustedes, para llenar de felicidad nuestros corazones y de paz un mundo mejor”.
Antonio Miguel Carmona: “La convención anual es un encuentro entre civilizaciones, es lo que decía el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, el encuentro de las civilizaciones, encuentro de las religiones, encuentro de la paz, con un objetivo con varios objetivos, que es, algunos la búsqueda de Dios, otros la paz, el amor y el espíritu de concordia de todos los pueblos del mundo.
Estamos aquí de forma pasajera, y después de la muerte, probablemente no sea el final.
A su vez, Carmona tuvo la oportunidad de tener un encuentro privado con su Santidad, considerado el representante de Dios en la Tierra y líder Supremo de los musulmanes áhmadis en todo el mundo.
Antonio Miguel Carmona: “Bueno ha sido un encuentro magnífico con el Califa que es un líder espiritual en el mundo, hay muchas semejanzas en la búsqueda de la paz y de la prosperidad para las naciones, para los pueblos, para la gente. Hay también diferencias, porque diferentes somos todos en una misma igualdad, independientemente de eso, su espiritualidad.
Y yo le he reconocido que hemos aprendido un poco más de teología compartiendo con la Comunidad áhmadi, pues todo lo que hemos compartido, que no ha sido poco, ha sido tres días maravillosos, dónde los áhmadis deben ser respetados, deben ser apoyados y deben ser defendidos, frente a las persecuciones de los intolerantes en todo el mundo”.
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