Evolución Islam

Cinco principios para elevar tu vida de lo ordinario a lo extraordinario

Por Tarik Ataul Munim

Introducción

“La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”. Esta es una cita famosa de Steve Jobs. Él fue el cofundador de Apple y un visionario que cambió la forma en que interactuamos con la tecnología.

Imaginaros que estáis de pie en una encrucijada. Un camino está bien iluminado, lleno de personas caminando con confianza. Representa la definición convencional de éxito: un trabajo bien remunerado, prestigio, aceptación social. El otro camino está tenue iluminado, menos concurrido, pero brillando con una luz cálida y misteriosa. Este camino representa la pasión, la realización y la alegría indescriptible de hacer lo que realmente amas. Ahora, les pregunto, ¿qué camino elegirían? Steve Jobs, un hombre cuyo trabajo ha moldeado nuestro mundo moderno, dijo:

    • “La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”

En muchos de sus discursos, el Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía (de aquí en adelante: Hazur) ha dado las claves para que los jóvenes progresen personal y espiritualmente. Hoy os voy a dar cinco claves que Hazur ha dado, y os voy a dar ejemplos de cómo estás claves también definen a personas muy exitosas en el mundo. Hablaré de conceptos como visión, aprendizaje, integridad, resiliencia y la colaboración. Conceptos que han elevado a líderes a la grandeza.

Espero que con la ayuda de Dios pueda enseñaros que, si integráis estos principios, vuestras vidas se elevarán de lo ordinario a lo extraordinario, material y espiritualmente. Y así, como dijo Steve Jobs podréis encontrar razones para amar vuestra religión y hacer un gran trabajo desarrollando vuestra espiritualidad.

Visión y propósito

Imagina vivir en un mundo donde la tecnología que damos por sentada hoy todavía era un sueño lejano. Ese era el mundo antes de que la visión de Steve Jobs se hiciera realidad.

Steve Jobs tenía una visión clara y apasionante: hacer que la tecnología fuera tan intuitiva y accesible que se sintiera como una extensión de uno mismo. Una vez dijo: “Estamos aquí para dejar una huella en el universo. ¿De lo contrario, por qué estar aquí?”

Jobs transformó su visión en realidad, revolucionando múltiples industrias, desde la informática personal hasta las películas animadas, la música, los teléfonos y las tabletas. Los productos de Apple se han integrado tanto en nuestras vidas que es difícil imaginar un mundo sin ellos.

En nuestra travesía religiosa, la importancia de tener una visión y un propósito claros no puede ser exagerada. Nuestra fe nos enseña lo mismo. El fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, tenía una visión clara para el renacimiento espiritual del islam. Nos instó a buscar la verdadera esencia de la fe y a vivir vidas con propósito en servicio a la humanidad.

El Mesías Prometido (as) dice que, para renovar el islam:

    • “Este sistema del Bai’at se ha establecido con el único propósito de reunir a un grupo de personas justas y piadosas en una Comunidad, de manera que un grupo influyente de personas virtuosas genere un impacto sagrado en el mundo.”[i]

Esta era su visión. La visión que Dios le había encomendado cumplir.

Tener una visión y un propósito claros no solo enriquece nuestra fe personal, sino que también impacta de manera profunda en nuestra comunidad. Al igual que Jobs reformó la tecnología, el Mesías Prometido está creando una revolución espiritual en el mundo. Cada uno de nosotros tiene el poder de contribuir a nuestra comunidad religiosa de maneras significativas. ¿Cuál es tu visión? ¿Cómo puedes dejar una ‘huella en el universo’ dentro del ámbito de tu fe y comunidad?

Progreso y aprendizaje continuo

¿Cuántos de ustedes han oído hablar de SpaceX, Tesla o Neuralink? Estos son solo algunos ejemplos de industrias que Elon Musk ha revolucionado, todo derivado de un impulso implacable por aprender.

Elon Musk no está limitado a un solo campo; se ha aventurado en la exploración espacial, la energía sostenible e incluso las interfaces cerebro-computadora. ¿Su secreto? Una sed insaciable de aprendizaje y mejora.

El trabajo de Musk ha dado lugar a cohetes reutilizables, autos eléctricos eficientes y elegantes, y una investigación pionera en neurociencia. Él no se conforma; busca reformar industrias.

En nuestro camino espiritual, este principio es increíblemente relevante. Nuestra fe no nos anima a seguir rituales ciegamente; nos insta a buscar conocimiento, entender el mundo que nos rodea y aplicar esta comprensión de maneras creativas para mejorar nosotros mismos y nuestra comunidad. La Comunidad Musulmana Ahmadía tiene una rica historia de promover la educación y el crecimiento personal como parte de las obligaciones religiosas de uno.

Nuestro amado Hazur (aba) dijo lo siguiente al dirigirse a la Asociación de Investigación Musulmana Ahmadía:

    • “Una persona justa no se conforma simplemente con identificar las dimensiones del mundo, su forma material o calcular las fuerzas gravitacionales. Tampoco se contentan con simplemente determinar las principales características del sol, la luna y las estrellas; más bien, un verdadero creyente se esforzará continuamente para observar y entender la perfecta armonía de la naturaleza y el mundo que nos rodea.

Él o ella tendrán una sed insaciable de identificar las características o el potencial ocultos del mundo físico y, al darse cuenta de su brillantez y perfección, inevitablemente se sentirán atraídos hacia su Creador y su fe en la existencia de Dios Todopoderoso se fortalecerá.”[ii]

Al igual que Elon Musk expande los límites en múltiples campos, deberíamos esforzarnos por expandir nuestras propias fronteras personales y espirituales. ¿Acaso estamos buscando activamente mejorar en nuestras prácticas, aprender más sobre nuestra fe y encontrar nuevas formas de contribuir a nuestra comunidad?

No seamos complacientes. Progresemos en nuestras propias vidas, en nuestra fe y en nuestra comunidad. Esforcémonos por aprender continuamente, desafiarnos a nosotros mismos y provocar un cambio positivo.

Integridad

La integridad a menudo se considera una virtud, pero en realidad, es una elección, una elección que no solo nos afecta a nosotros, sino a toda la comunidad.

Warren Buffet, uno de los inversores más exitosos del mundo, siempre ha enfatizado la importancia de la integridad. Es conocido por decir:

    • “Se tarda 20 años en construir una reputación y cinco minutos en arruinarla.”

El éxito de Buffet no es solo el resultado de elecciones de inversión inteligentes; está construido sobre una base de conducta ética e integridad. Se esfuerza por invertir en empresas que operan éticamente y ha abandonado acuerdos lucrativos cuando no se alineaban con sus principios morales.

En un contexto religioso, la integridad tiene aún más peso. Nuestra fe nos enseña a ser honestos, transparentes y éticos en todas nuestras relaciones, ya sean personales o comunitarias. La Comunidad Musulmana Ahmadía ha mantenido durante mucho tiempo el principio de que ‘Las naciones no pueden reformarse sin la reforma de los jóvenes’, lo cual es un testimonio de la importancia de la integridad y la ética en nuestras enseñanzas.

Destacando la importancia de la integridad, Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo en la convención anual de jóvenes áhmadis del Reino Unido, que para demostrar al mundo que Dios existe:

    • “Para ello, debes desarrollar personalmente los más altos estándares de espiritualidad y moralidad. Debes dar un ejemplo de veracidad e integridad y practicar lo que predicas.”[iii]

Cada uno de nosotros lleva la responsabilidad de mantener este principio en nuestra vida cotidiana. Ya sea en cómo interactuamos entre nosotros, cómo representamos a nuestra comunidad ante el mundo exterior, o incluso cómo abordamos desafíos internos, la integridad debe ser nuestra guía.

Resiliencia y superación de desafíos

La resiliencia es algo más que resistir; se trata de recuperarse con más fuerza. Es enfrentarse a la adversidad de frente y convertirla en una oportunidad para crecer.

Cuando pensamos en resiliencia, un nombre que a menudo viene a la mente es Nelson Mandela. Soportó 27 difíciles años en prisión, luchando contra el opresivo régimen del apartheid en Sudáfrica. Sin embargo, nunca flaqueó en su compromiso con la justicia y la igualdad.

La resiliencia de Mandela no fue solo un triunfo personal; condujo al desmantelamiento del apartheid y al nacimiento de una nueva Sudáfrica democrática. Su lucha y eventual victoria sirven como una lección en el poder de la resiliencia para generar cambios en toda la comunidad.

En nuestro contexto religioso, la resiliencia ocupa un lugar especial. Nuestra fe nos enseña que la vida es una serie de pruebas y desafíos, diseñados para fortalecernos y acercarnos a Dios. La Comunidad Musulmana Ahmadía misma ha enfrentado numerosos desafíos desde su creación, y es nuestra resiliencia colectiva lo que nos ha permitido crecer y prosperar.

El Santo Profeta (sa) dijo:

    • “Quien mantenga su paciencia, Al’lah le concederá paciencia. Nadie ha recibido jamás algo mejor y más completo que la paciencia.”[iv]

Este Hadiz es una gran lección dada por el máximo experto en resiliencia y superación de desafíos. Una persona que comenzó solo con la ayuda de Dios, formó una Comunidad y superó cada desafío para lograr su objetivo a pesar de toda la persecución y dificultades.

Todos nos enfrentamos a desafíos, ya sean personales, espirituales o comunitarios. La pregunta es, ¿cómo respondemos? ¿Permitimos que estos desafíos nos derroten o nos levantamos más fuertes, como lo hizo Mandela? ¿Como lo hizo el Santo Profeta? Tu resiliencia no solo da forma a tu propio viaje espiritual, sino que también sirve de inspiración para nuestra comunidad.

Colaboración y Comunidad

La unidad es la fuerza. Es un principio que hemos escuchado innumerables veces, pero sus implicaciones son profundas, especialmente cuando lo aplicamos a nuestra comunidad y nuestra fe.

Martin Luther King Jr. lideró uno de los movimientos sociales más impactantes de la historia, luchando contra la discriminación racial y la segregación en Estados Unidos. Uno de los aspectos notables de su liderazgo fue su énfasis en la acción colectiva.

El discurso ‘Tengo un sueño’ de King no era solo su sueño; era una visión que tenía para la sociedad, una visión que solo podía lograrse mediante el esfuerzo colectivo. Y, efectivamente, fueron las acciones unidas de muchos, guiadas por el liderazgo de King, las que llevaron a cambios significativos en las leyes de derechos civiles en EE. UU.

En un entorno religioso, este principio es igualmente, si no más, importante. Nuestra fe nos enseña el valor de un líder espiritual, de una comunidad y la importancia de trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes. La Comunidad Musulmana Ahmadía, por ejemplo, tiene numerosos proyectos humanitarios y educativos que son un testimonio de lo que se puede lograr cuando trabajamos juntos.

Hazrat Mirza Masrur Ahmad (aba) dijo a los jóvenes musulmanes áhmadis:

    • “La Comunidad Musulmana Ahmadía, bajo la guía y el liderazgo del Jalifato, está difundiendo un mensaje de amor, afecto y paz en todo el mundo. Estamos haciendo esto porque el Mesías Prometido (as) ha demostrado que este es el verdadero islam. En Europa, América del Norte, África, América del Sur, Australia, Asia y todas las demás partes del mundo, nuestra Comunidad está unida bajo la bandera de la paz. Nuestro mensaje sigue siendo el mismo sin importar dónde estemos”.[v]

Entonces, ¿qué significa esto para nosotros? Significa que, si bien los esfuerzos individuales son importantes, se magnifican exponencialmente cuando se combinan con los esfuerzos de otros. Ya sea contribuyendo al servicio comunitario, participando en actividades religiosas o apoyándonos mutuamente en momentos de necesidad, nuestras acciones colectivas definen la fuerza y el carácter de nuestra comunidad.

Conclusión

Como hemos explorado hoy, principios como visión, aprendizaje, integridad, resiliencia y colaboración son clave tanto para el crecimiento personal como comunitario. Pero hay una faceta que no hemos abordado: la orientación moral.

El islam no solo nos anima a esforzarnos por la excelencia personal y espiritual, sino que también proporciona un marco holístico de orientación ética y moral. Esto es especialmente importante cuando observamos los desafíos a los que se enfrentan los líderes exitosos que no se adhieren a un sistema ético tan completo.

Por ejemplo:

Steve Jobs: A pesar de revolucionar la tecnología, Jobs tuvo relaciones tensas con familiares y colegas. Algunos atribuyen esto a su enfoque intenso en el trabajo en detrimento de las conexiones personales.

Elon Musk: Un visionario en múltiples industrias, Musk ha sido criticado por sus prácticas laborales y su trato con los empleados. Su impulso innovador a veces eclipsa las consideraciones éticas.

Warren Buffet: Aunque admirado por su integridad en los negocios, Buffet se ha enfrentado a dilemas éticos en sus inversiones, como controversias sobre las prácticas medioambientales en las empresas en las que ha invertido.

Cada uno de ellos, brillantes pero falibles, tuvo momentos que podrían haber destrozado espíritus menos resilientes. Y aquí es donde entra el islam: como un faro de orientación ética y espiritual que ilumina las complejidades de la vida. Proporciona un marco que no solo eleva tu espíritu, sino que también te fortalece contra las trampas éticas y emocionales que han atrapado incluso a las mentes más grandes.

Entonces, ¿qué puedes empezar a hacer hoy para marcar la diferencia? Alinea tu visión personal con las enseñanzas islámicas. Comprométete con el aprendizaje continuo y la conducta ética. Muestra resiliencia frente a los desafíos y colabora para el bien mayor de tu comunidad. Al hacerlo, no solo estás contribuyendo al crecimiento personal, sino que también estás catalizando una revolución espiritual que llena el universo de luz y propósito.

El Mesías Prometido (as) dijo:

    • “En los ojos de Dios Altísimo, no es suficiente que solo aceptes en palabras y que no tengas pasión ni sinceridad en tus actos. Más bien, recuerda siempre que la Yama’at que Al’lah deseaba crear no puede seguir viva sin medidas prácticas y una verdadera manifestación de fe.”

Con respecto a esto, nuestro amado Jalifa dijo a los jóvenes musulmanes áhmadis:

    • “En consecuencia, siempre debemos tratar de mejorar y reformar y ser musulmanes sinceros para que cuando decimos las palabras ‘No hay nadie digno de adoración excepto Al’lah y Muhammad es Su Mensajero’, comprendamos su verdadero significado y nos motive a cumplir los derechos de Al’lah y Su Creación.”[vi]

Referencias:

[i] https://www.ahmadiyya-islam.org/es/publicaciones/las-diez-condiciones-del-baiat/

[ii] https://www.alislam.org/articles/ahmadi-muslim-researchers-restoring-islams-golden-age/

[iii] https://www.alislam.org/articles/ahmadi-muslim-youth-preserving-islamic-values/

[iv] Referencia: Sahih Bukhari, Libro 70, Hadiz 576

[v] https://www.alislam.org/articles/connecting-to-khilafat-guidance-for-todays-muslim-youth/

[vi] https://www.alislam.org/articles/meaning-of-muslim-pledge/

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