El concepto del ayuno en la religión ha existido desde tiempos inmemoriales. Profetas y sabios del pasado han practicado esta disciplina con el fin de mejorar su espiritualidad y acercarse más al Dios Supremo. Hoy en día, la práctica del ayuno se encuentra en todas las principales religiones, y juega un papel importante dentro del culto religioso.
Ahora, cuando millones de musulmanes están practicando el ayuno en el mes de Ramadán, The Review of Religions en Español explorará la tradición del ayuno presente en las religiones más importantes del mundo.
El ayuno en el islam
El Ramadán es uno de los meses más importantes en la vida de todo musulmán. Coincide con el 9º mes del calendario islámico y comienza con la observación de la luna nueva, y continúa hasta que se puede vislumbrar la luna nueva del mes siguiente.Los musulmanes no solo se abstienen de consumir agua y comida desde el amanecer hasta el atardecer, si no que también centran sus esfuerzos en la adoración, a través de oraciones y súplicas. En el islam, la práctica del ayuno no solamente afecta a la condición física, sino que también lo hace a la condición espiritual. El objetivo final es lograr el placer de Dios, regulando la propia vida, de acuerdo a Sus enseñanzas. Si un musulmán simplemente observa los requisitos superficiales del ayuno, lo único que conseguirá será estar sediento y hambriento durante todo el día, y no obtendrá nada más. El Mesías Prometidoas y fundador de la Comunidad Musulmana Ahmadía, explicó de una manera muy bella e ilustrativa la verdadera esencia del ayuno:
“El ayuno no es meramente el estar hambriento y sediento; más bien su validez y su efecto solamente pueden conseguirse a través de la experiencia. Es inherente al hombre, que cuanto menos come, más se purifica su espíritu y, por lo tanto, su capacidad de poseer visiones espirituales se incrementa. La voluntad de Dios es disminuir un tipo de sustento, y aumentar el otro. Una persona que ayuna, siempre debe ser consciente de que no se le requiere únicamente que esté hambriento, sino que debe mantenerse ocupado recordando a Dios, para que pueda cortar los lazos que le unen a los deseos y las diversiones mundanas, y así entregarse completamente a Dios. Por consiguiente, el significado del ayuno es que el hombre abandone aquel tipo de sustento que solo nutre el cuerpo, con el fin de alcanzar el otro tipo de alimento, el cual es fuente del alivio y gratificación para el alma1.”
Su Santidad Mirza Ghulam Ahmadas, Malfuzat Vol. 5, (Rabwah: Nazarat Isha’at Rabwah Pakistán),102.
El ayuno en el hinduísmo
Siendo una de las tradiciones religiosas más antiguas, el ayuno forma parte de la fe hindú.
Sin embargo, dentro del hinduismo, el ayuno -más conocido como Upasava- adquiere diferentes formas dando a este ritual una índole más flexible; algunos ayunan durante veinticuatro horas, mientras que otros lo realizan durante cortos períodos de tiempo. Además de la flexibilidad en el período del ayuno, el rigor del ayuno también es flexible. Algunos se abstienen por completo de consumir agua y comida, mientras que otros solo evitan ciertos alimentos o deciden comer menos de lo que comen de forma habitual.1
Como parte de la tradición védica, el ayuno no solo consiste en abstenerse de agua y de comida, sino que uno debe centrarse en la purificación y el auto control. Así mismo, según las creencias hindúes, el ayuno también se realiza en señal de gratitud y para complacer a las deidades. Por ejemplo, algunos hindúes ayunan los lunes para agradar al dios Shiva y otros los sábados para alabar al dios Hanuman. Similarmente, los hindúes ayunan en multitud de festivales religiosos, como el festival de otoño post-monzón de Navratri, en el que los hindúes ayunan de diferentes formas, de acuerdo con la tradición local. Otro festival igualmente importante es el conocido como Karva Chauth, en el que las mujeres casadas ayunan hasta el atardecer para pedir por la salud y la longevidad de sus maridos. Tradicionalmente, el ayuno dura hasta que se vislumbra la luna a través de un tamiz o un paño, y con él se ofrece agua a la luna para atraer sus bendiciones. Solo entonces los maridos ofrecen agua a sus mujeres con el que romper su ayuno.
1. W. J. Johnson, Oxford Dictionary of Hinduism (Oxford: Oxford UP, 2009), 335.
El ayuno en el judaísmo
El ayuno se percibe como penitencia por los pecados cometidos, para establecer comunión con Dios y buscar Su misericordia. Sin embargo, en el judaísmo no se ayuna por beneficio propio, sino también para buscar la compasión y simpatía de aquellos que están a nuestro alrededor, tal y como lo establece el Antiguo Testamento:
“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”2
En judaísmo, el ayuno puede ser tanto voluntario como comunitario, los cuales son obligatorios para todos los judíos. El ayuno más significativo es el conocido como Yom Kippur (el día de la expiación) y es considerado uno de los días más sagrados en el calendario judío.
Se observa en el décimo día del mes lunar de Tishri y su origen está en Levítico 23: 26-28:
“También habló Jehová a Moisésas, diciendo: A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.”3
El propósito de Yom Kippur es pedir perdón por nuestros pecados, para limpiar nuestra alma y poder alcanzar la reconciliación con Dios. Yom Kippur es precedido por un período de diez días dedicado al autoanálisis y la reflexión de los hechos del año anterior, y comienza desde Rosh Hashaná (día de año nuevo) hasta el primer día de Tishri. Yom Kippur es un ayuno de venticinco horas y comienza con un ayuno desde el atardecer del 9 de Tishri y finaliza después del atardecer en el día de Yom Kippur, y el sonido del Shofar (cuerno de Ram) marca el final del día santo. Yom Kippur es un sábado completo y, por lo tanto, los judíos no solo se abstienen de comer y beber, sino también de toda clase de trabajo y dedican este período únicamente al arrepentimiento y la elevación espiritual.
1. La Sagrada Biblia, Deuteronomio 9:9-18.
2. La Sagrada Biblia, Isaías 58:6-8.
3. La Sagrada Biblia, Levítico 23:26-28.
El ayuno en el budismo
El budismo se originó en el sureste de Asia hace unos 2.500 años y se considera una de las principales religiones del mundo. Los budistas se esfuerzan por alcanzar el Nirvana considerado el estado máximo de la iluminación, siguiendo el ejemplo y las prácticas de Budaas. Durante su propia búsqueda de la iluminación, Budaas se dio cuenta de que la mejora espiritual no requería la práctica del ascetismo extremo y, por lo tanto, persiguió el “Camino Medio”: la moderación. La moderación es un principio central de la fe budista y, por lo tanto, el ayuno no se prescribe como una obligación religiosa para los creyentes; sin embargo, el ayuno se practica voluntariamente de varias formas entre las diferentes tradiciones budistas.
Según la tradición Mahayana, el ayuno se practica para purificarse del karma negativo. Se considera que es útil buscar el desapego de los deseos mundanos y desarrollar una verdadera compasión por las personas que experimentan el hambre y las enfermedades del cuerpo.
Además, algunos budistas evitarán la carne durante ciertos períodos, una o dos veces al mes o incluso más a menudo. El propósito de esta forma de ayuno es inculcar el espíritu de simplicidad en la dieta y evitar el exceso de placer para satisfacer los deseos del cuerpo. Algunos budistas comen solo antes del mediodía en ciertos días del mes, ya que se dice que Budaas realizaba una comida al día, antes del mediodía.
Sin embargo, algunos monjes budistas practican formas más disciplinadas de ayuno, alimentándose solo una vez por la tarde, para ayudarles a concentrarse en su meditación. De hecho, algunos también realizan un período de ayuno que puede durar hasta dieciocho días, solo consumiendo ciertas cantidades permitidas de agua, con el objetivo de efectuar la meditación.1
1. Heng Sure, Rev. “A Buddhist Perspective on Fasting.” Urban Dharma- Buddhism in America. Web. 03 July 2014, http://www.urbandharma.org/udharma9/fasting.html.
El ayuno en el cristianismo
Se pueden encontrar referencias al ayuno a lo largo de toda la Biblia, y ciertos profetas bíblicos como Moisésas Elíasas y Jesúsas han adoptado esta disciplina. En el Nuevo Testamento hay varias referencias al ayuno. Por ejemplo, en Mateo 6: 16-18, Jesusas dice:
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
Un importante período de ayuno dentro del cristianismo consiste en los cuarenta días de la Cuaresma, que comienza el Miércoles de Ceniza y acaba el Jueves Santo. Se realiza para conmemorar los cuarenta días que Jesúsas pasó en el desierto como se menciona en Mateo:
“Entonces, Jesús fue guiado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre”.1
Si bien esta costumbre se practica de manera diferente por las diversas denominaciones cristianas, durante la Cuaresma muchas sectas se centran en abstenerse tanto de los alimentos como de los lujos, y en su lugar se centran en la oración y la limosna.
Una práctica similar se observa por ciertas denominaciones cristianas, antes del período navideño conocido como el “Nacimiento Rápido”. Este es un período de ayuno para prepararse para la celebración de la Navidad, cuando se cree que nació Jesúsas. Además de abstenerse de comer y beber, también aumentan el tiempo dedicado a la devoción y los actos de caridad.
1. La Sagrada Biblia, Mateo 4:1-2.
Añadir comentario